El heredero (in)tachable

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

El empresario, nieto de un ministro de Franco, controla ahora Pescanova

15 sep 2013 . Actualizado a las 19:53 h.

«Apártate, que me tiznas, le dijo la sartén al cazo». Se podría aplicar a la guerra que han librado el expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, y el presidente del grupo Damm, Demetrio Carceller, segundo accionista de la pesquera y que desde el jueves controla el consejo de administración.

Y es que, si Fernández de Sousa ha caído noqueado en la firma que fundó su padre acusado de varios delitos -entre ellos el falseamiento de información económico-financiera ocultando deuda para conseguir financiación-, ahora parece que la bandera de la limpieza en la gestión en la que se envolvieron los Carceller para hacerse con la empresa tampoco estaba impoluta.

Deloitte, administrador concursal de Pescanova y también auditor de Disa, la empresa petrolera de la saga Carceller -a través de ella controlan Damm-, ha revelado en su informe de auditoría que Disa se anotó beneficios ficticios el pasado año. Es decir, que los 49 millones que ganó según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil deberían haber sido números rojos como consecuencia de una serie de pérdidas por negocios escogidos con poco tino, ya sea el caso de la gallega o sus participaciones en Sacyr o en Bankia.

Porque no es el mejor momento para Demetrio Carceller Arce, el tercer Carceller de una saga caracterizada por ser depredadores discretos pero sin piedad en los negocios y que arranca en la primera mitad del siglo pasado con su abuelo, Demetrio Carceller Segura (Parras de Castellote, 1894), inmigrante turolense al textil de Barcelona y que llegó a ser ministro de Industria de Franco y a amasar bajo las alas del régimen una enorme fortuna.

Su hijo, también Demetrio Carceller, pero Coll de segundo, y también industrial y financiero, continuó con los negocios familiares centrados en el petróleo (Disa Corporación Petrolífera, primera operadora de Canarias) y en la cerveza (Damm). Su heredero, Demetrio Carceller Arce, con un lustroso currículo profesional -licenciado en Empresariales por el Cunef, MBA por la Fuqua School of Business en la universidad norteamericana de Duke y trilingüe-, comparte con su progenitor su aversión a los focos, amén de un procesamiento en la Audiencia Nacional por colaborar con él en un fraude de 72 millones a Hacienda y blanqueo.

Hasta hace poco no había imágenes suyas, como tampoco de su hermano José, consejero en Pescanova. Pero es posible que, ironías del destino, el juez Pablo Ruz, que también es el terror de Fernández de Sousa, los obligue a hacer paseíllos paralelos.