El paro aboca a emprender a los mayores de 45 años

Gabriel Lemos A CORUÑA / LA VOZ

ECONOMÍA

El 27,5 % de los que dirigen un negocio en España son empresarios maduros, una cifra que, en Galicia, se sitúa en el 21,6 %. Las empresas de este colectivo presentan la mayor tasa de consolidación, con menores niveles de abandono de los proyectos

07 jul 2013 . Actualizado a las 22:31 h.

Alejado del perfil que tradicionalmente se traza del emprendedor, asociado a valores como la juventud, existe un colectivo cada vez mayor de empresarios que han decidido convertirse en sus propios jefes superada ya la barrera de los 45 años. En España, un 27,5 % de los emprendedores que echaron a rodar sus empresas el año pasado tenían entre 45 y 64 años, un punto más que el año anterior, según los datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que, en lo que respecta a Galicia, rebaja esa cifra al 21,6 %.

«La juventud tiene sus puntos fuertes, pero la madurez también es muy importante a la hora de emprender», remarcaba hace pocos días el director del Igape, Javier Aguilera, durante la entrega de premios a los mejores proyectos empresariales en Galicia. Y los datos parecen darle la razón. No solo por el crecimiento del porcentaje de empresas lanzadas por los mayores de 45 sino porque es este colectivo el que atesora los mejores índices de firmas consolidadas en el 2012, con un 57,9 % del total, al tiempo que rebajan la tasa de abandono, que el año pasado se situó en el 43,6 %, dos puntos menos que en el 2011. Es, además, el único segmento de edad donde se incrementa el colectivo de empresas en fase de nacimiento.

¿Cuáles son las razones de este bum? La principal, que no entiende de edades, es la hemorragia del desempleo. Pero aquí sí hay un factor que incide de forma más cruda entre los mayores de 45, como apunta el informe GEM, que es la mayor dificultad para hallar oportunidades de trabajo, tanto dentro de España como fuera del país. Cerrada la vía del trabajo por cuenta ajena, el autoempleo es a veces la única puerta que queda abierta. «La mayoría emprenden por necesidad», ratifica Concepción Varela, técnica del departamento de creación de empresas de la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC), aunque Romyna Fraga, de la Cámara de Comercio, explica que existe también un «componente emocional» entre aquellos que, sin aprietos económicos, ven en el emprendimiento la vía para la realización personal dedicándose a actividades diferentes a las que habían desarrollado durante su trayectoria como empleados por cuenta ajena.

Ventajas

Sobre las ventajas con las que cuentan los empresarios más maduros sobre los jóvenes, casi todos los consultados coinciden. «La madurez intelectual, la experiencia profesional... Una persona de más de 45 años tiene contactos comerciales, una carta de clientes, tiene un bagaje empresarial y sabe lo que es el mundo comercial», explica Fraga, en la misma línea en la que se pronuncia Varela, que subraya que, además, los emprendedores de más edad «cuentan con recursos financieros propios, bien por los ahorros que ha ido reuniendo, bien por la indemnización por despido».

Apuntan, además, que el emprendedor maduro tiene más claro su proyecto empresarial, de forma que mientras «el emprendedor joven llega con ideas pero no las tiene trabajadas, el mayor ya ha hecho un plan de viabilidad, un presupuesto de ingresos y gastos y ya ha pensado en la financiación». Una opinión a la que le pone ciertos matices Alfonso Salazar, presidente de la Asociación de Emprendedores de Galicia (Ascega), que explica que en los cursos de emprendimiento que ofrecen «hay mucha gente que entra con una idea y se va con otra diferente».

Donde tampoco hay acuerdo es sobre el trato que la banca dispensa a los emprendedores de más edad, ya que si Aguilera apuntaba en su intervención su convencimiento de que las entidades financieras depositan más confianza en este colectivo por la mayor solvencia de sus proyectos, hay quien cree, como Varela, que «la banca puede valorar eso, e igual sí lo tienen más fácil con cantidades pequeñas, pero a partir de un nivel te van a pedir avales, como a cualquiera».

«Consideramos que nuestra oferta debe ser siempre la misma, sin que influya la edad. Lo importante es el proyecto y su plan de negocio», resuelve José Ángel Amor, director de Empresas del Banco Popular, que defiende que los requisitos de acceso a las líneas de crédito de 6.700 millones de euros que destinan a financiar proyectos para emprendedores -de las que este año ya han concedido más de 4.000- son iguales para todos los colectivos.

Menos ayudas

Pero no todo son ventajas. Los emprendedores mayores de 45 años se enfrentan también a ciertos obstáculos en su camino. Entre ellos, uno de los principales es la mayor dificultad para acceder a ayudas de las que sí disponen los más jóvenes para poner en marcha sus proyectos. «Las bonificaciones a la Seguridad Sociales están dirigidas específicamente a emprendedores varones menores de 30 años y, en el caso de las mujeres, de hasta 35, aunque este colectivo supone un porcentaje minoritario de los emprendedores que acuden a la Cámara de Comercio para solicitar nuestra ayuda», explica Marcelo Castro-Rial, presidente de la Cámara coruñesa.

Hay, sin embargo, «subvenciones en las que los baremos de dinero son mayores para los mayores de 45 y los menores de 30», apunta Concepción Varela.

«Hace poco un alto cargo de la Xunta nos preguntaba a qué sectores se deberían dirigir las ayudas. Le dije que, antes que por sectores, lo haría por edades, porque hay gente que parece que tiene que asumir que no va a volver a trabajar nunca más en su vida, cuando tiene experiencia y se le dice que no vale para nada», cuenta Salazar, que tiene claro que el emprendimiento se ha convertido en un sector clave para mantener a flote la economía. Con todo, el presidente de Ascega insiste en que, para que consiga despegar, es necesario que primero haya una reforma real que ponga las cosas más fáciles a los emprendedores y reduzca los niveles de riesgo que actualmente deben asumir los nuevos empresarios. A estos les aconseja que, antes de dar el paso, lo piensen bien y «se acerquen a alguien que les pueda orientar», aunque lanza un mensaje claro: «El emprendimiento a corto y a largo plazo es la única solución que hay».