NCG dice que sus inversores estarían 5 años y pagarían «cientos de millones»

Sofía Vázquez
Sofía vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

José María Castellano (a la derecha) y César González-Bueno a su llegada al Parlamento de Galicia.
José María Castellano (a la derecha) y César González-Bueno a su llegada al Parlamento de Galicia. xoán a. soler< / span>

Insta a los preferentistas a vender sus acciones por liquidez y les recuerda que pueden litigar

06 jul 2013 . Actualizado a las 15:39 h.

José María Castellano despejó ayer las dudas que se le habían echado en cara desde prácticamente su llegada a la entidad el 14 de septiembre del 2011: hay inversores. Ante los diputados de la comisión de investigación del Parlamento de Galicia dijo que ese grupo de fondos de inversión (no citó nombres, pero estos podrían girar en torno a cinco compañías capitaneadas por la norteamericana Guggenheim) ya lo conoce el Banco de España, y este les ha exigido un período de permanencia de al menos 5 años. Las ofertas que hacen por Novagalicia, añadió, no incluyen un esquema de protección de activos (EPA), y «no son por un euro», es decir, serán «a un precio positivo», lo que le permitiría al Estado recuperar todo o parte de los 9.000 millones de euros de dinero público inyectado en el banco.

César González-Bueno, consejero delegado, cifró el precio que estarían dispuestos a pagar los inversores privados internacionales en «cientos de millones de euros, sin EPA».

Las comparecencias fueron densas e intensas. Castellano al llegar dio las gracias a todos los que participaron en la fusión de las cajas porque evitaron de esta manera que la entidad, que aporta el 12 % del PIB gallego y produce el 6 % del I+D+i, hubiera desaparecido.

Transparente y neutral

El presidente de NCG se mostró convencido de que el Banco de España y el FROB harán una subasta abierta que será «transparente y neutral», pero también advirtió de que para Galicia la mejor opción es la entrada de fondos extranjeros. No son buitres, apuntó, al tiempo que dijo que son los mismos que puede haber en los consejos de los grandes bancos españoles.

¿Por qué son una mejor solución? Por ejemplo, por el efecto sede: los servicios centrales y los equipos más cualificados se mantendrían en Galicia y no se trasladarían a Madrid o Barcelona, donde hoy se concentra el 46 % del crédito que se da en España. La llegada de inversores, dijeron, se notaría en la prima de riesgo española y habría una mayor competencia.

Castellano estimó en 700 las bajas que se producirían en los servicios centrales de A Coruña y Vigo si un banco nacional se hace con Novagalicia. Es la primera vez que da esa estimación.

Tanto uno como otro fueron claros y francos con los afectados por las preferentes: «Queremos devolver el dinero a todos, pero nos pone límites Europa. Hemos ido ampliando los límites hasta llegar aquí». No habrá posibilidad de ampliar aún más el proceso de arbitraje. Europa no lo acepta. Las preferentes, reconocieron, se comercializaron mal, y a Bruselas llevaron grabaciones para que las autoridades vieran las caras de los afectados. Su nivel de angustia, la violencia. «Retiren eso [por los vídeos] inmediatamente», les dijeron en algún momento. Se logró ampliar los plazos y la casuística que se podían atender: que los documentos estuvieran formalmente cubiertos, se valoró el nivel de capacidad para consentir, el principio de equidad...

Pero ya se acabó. «No habrá más arbitrajes. Es importante que todo el mundo le diga a todo el mundo que vaya a la liquidez. Y no se cierra la puerta a litigar contra el banco», concluyó César González Bueno. Recuperarán de media un 71 %.