Blesa vuelve al presidio, y sin fianza

La Voz J. A. BRAVO/COLPISA

ECONOMÍA

Miguel Blesa (izquierda) llega a los juzgados de Plaza de Castilla
Miguel Blesa (izquierda) llega a los juzgados de Plaza de Castilla Zipi

El juez sospecha de un desvío de 100 millones de euros en distintas operaciones en América

06 jun 2013 . Actualizado a las 12:25 h.

El exbanquero Miguel Blesa vuelve a prisión. Ayer pasó su segunda noche en la cárcel madrileña de Alcalá-Meco, después de la del pasado 16 de mayo. La diferencia es que esta vez el juez Elpidio José Silva, que investiga algunas operaciones irregulares durante los 13 años que presidió Caja Madrid -entre ellas, la compra del City National Bank of Florida (CNBF) en el 2008-, fue más severo y ordenó su ingreso en prisión de forma incondicional, es decir, sin fianza alguna. Lo hizo a petición de la acusación popular que representa el colectivo Manos Limpias, y pese al criterio en contra, y de manera muy notable, de la Fiscalía.

¿Qué ha cambiado en estos 20 días? Fundamentalmente, que el titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid dispone ahora de indicios más claros sobre algunos de los posibles delitos que le imputa, como administración desleal, o bien apropiación indebida en concurso con falsedad documental. Y además tiene otro indicio nuevo: uso de información privilegiada.

La base de todo ello radica en un informe presentado por la Brigada de Delincuencia Económica de la Guardia Civil, una vez analizados una serie de correos cruzados entre Miguel Blesa y varios ex directivos suyos. Los más interesantes para la causa son obra del propio expresidente de Caja Madrid y del antiguo director financiero, Ildefonso Sánchez. En uno de ellos, según fuentes jurídicas consultadas, el segundo señalaba al primero textualmente: «Ya hemos hecho lo que tú querías». Hacía referencia a sus preocupaciones por tres cantidades que estaban apartadas para sendas operaciones de Caja Madrid al otro lado del Atlántico. La primera ascendía a 400 millones de euros y correspondía a parte del asunto del CNBF; la segunda, no precisada, era para cerrar la adquisición en México de la financiera hipotecaria Su Casita; y la tercera, de 100 millones, habría de servir para otras compras de la entidad no aclaradas, entre ellas una mansión suntuosa en Cayo Vizcaíno (Miami), en teoría dedicada a residencia vacacional de directivos y supuesta embajada comercial.

De ese intercambio de correos se deduce también la preocupación de Blesa por que no hubiera pérdidas con el cambio del euro frente a la divisa estadounidense (1,6 dólares). Para tranquilizarlo, la caja suscribió sendos seguros, tanto para esas operaciones como para un crédito personal de un millón pedido por el expresidente presuntamente para la compra de una casa en Estados Unidos. La acusación sostiene que a la vista de ese cruce de mensajes hubo un «claro descuadre» contable, lo que negaron Miguel Blesa e Ildefonso Sánchez, el otro imputado. El segundo sigue en libertad.

En sus declaraciones, ambos sostuvieron que los correos solo hablaban de «meros» apuntes de tesorería, provisiones a hacer en el banco ante el riesgo eventual de algunas operaciones, aunque sin que hubiera descuadre alguno de fondos. La acusación popular, sin embargo, señaló que la compra del banco de Florida causó «más de 500 millones de pérdidas» a Caja Madrid. Bankia cerró hace apenas dos semanas el traspaso del citado banco de Florida por el equivalente a 683 millones de euros, lo que supondría una minusvalía de 150 millones.