«Otra apuesta abocada al fracaso»

J. Á. Fariña REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El portavoz de Greenpeace Julio Barea no cree que la explotación de yacimientos de hidrocarburos no convencionales vaya a bajar los precios actuales del gas

26 may 2013 . Actualizado a las 15:08 h.

Buscar más hidrocarburos, en el límite de las posibilidades del planeta, es una apuesta que está abocada de nuevo al fracaso, otro atraco a un modelo energético sostenible». Así resume el geólogo Julio Barea, portavoz de Greenpeace, la postura de esta organización ecologista frente al impulso que está recibiendo la explotación de los hidrocarburos por métodos no convencionales.

Greenpeace considera que «esos esfuerzos, esos dineros, esas inversiones» de las que hablan los grupos que apuestan por el fracking se deben dedicar a «cambiar el modelo energético, como lo está haciendo Alemania».

Según el responsable de la campaña de energía y cambio climático de la organización ecologista, está demostrado que un modelo a base de energías renovables es posible. «Hay datos -precisa-. En estos cuatro primeros meses del año, el 54 % de la energía eléctrica producida en España procede de fuentes renovables, a pesar de la moratoria que tenemos y de que se las están intentando cargar. Hay intereses en que no se llegue a eso porque lo otro es muy rentable para unos pocos».

Contra lo que dicen algunos, Barea considera que estos tiempos de crisis son los más idóneos para invertir en las energías renovables, «antes de cargarnos nuestras reservas de agua que son fundamentales para la vida».

Sobre la apuesta que hace el Gobierno por la exploración de yacimientos de gas no convencionales, el portavoz de Greenpeace precisa que «en España, hasta ahora, se desconocen las reservas que hay. Las estimaciones están hechas sobre el papel. Las cifras que se manejan no tienen ningún fundamento científico porque no se ha hecho ni un solo agujero»

Y si hubiese gas, ¿qué? «Seguramente algo habrá -replica-, pero eso no va a resolver los problemas de abastecimiento energético de este país. Ya tenemos energías de sobra».

Sobre la decidida apuesta de otras administraciones, como la norteamericana, por la explotación de esos recursos, Barea se suma a los que dicen que «ya está reconocido que lo que ha habido es una sobreestimación de las reservas para vender esto en bolsa y podemos estar ante una burbuja especulativa. Algo parecido ha ocurrido en Polonia. Aquí también se puede estar creando una burbuja especulativa de gas virtual, de lo que se trata es de adquirir los derechos de explotación -si hubiera gas- y luego venderlos. Así se monta la típica bola especulativa».

Advierte que la plataforma Shale Gas España está formada por empresas norteamericanas, que es de donde procede la tecnología del fracking. «Nosotros tenemos las tecnologías punteras en energías renovables».

El portavoz de Greenpeace no cree que la explotación de yacimientos de hidrocarburos no convencionales vaya a bajar los precios actuales del gas y del petróleo en el mercado internacional. «Eso -dice- es pura propaganda de la industria, como lo de que va a crear millones de puestos de trabajo.

«Se puede estar creando una burbuja especulativa de gas virtual»