España, obligada a ceder en el acuerdo pesquero para la UE

Cristina Porteiro
CRISTINA PORTEIRO BRUSELAS / E. LA VOZ

ECONOMÍA

Arias Cañete saluda a Simon Coveney en una reunión celebrada en abril.
Arias Cañete saluda a Simon Coveney en una reunión celebrada en abril. NICOLAS BOUVY< / span>

La Eurocámara se reúne hoy para acordar la política común de pesca

13 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Se agota el tiempo para dejar lista la nueva política pesquera común (PPC). El ambicioso calendario propuesto por la presidencia irlandesa de la Unión Europea exige aprobar la PCP antes del próximo mes de junio, cuando finaliza su mandato, pero las dificultades son cada vez mayores y el tiempo apremia.

El ministro irlandés de Pesca, Simon Coveney, parece querer cumplir con el compromiso a toda costa y hoy urgirá a sus colegas del Consejo en Bruselas a ser más flexibles en sus pretensiones para lograr el visto bueno de la Eurocámara, que no da el brazo a torcer en las negociaciones. Sus homólogos europeos reconocen que es necesario cerrar el acuerdo de inmediato: «La próxima presidencia rotatoria tendrá mucho trabajo y después vendrán las elecciones europeas, así que si abandonamos ahora la PCP será muy complicado avanzar en ella después», aseguran fuentes diplomáticas comunitarias.

Los problemas no son pocos. Desde que comenzaron las negociaciones con el Parlamento Europeo y la Comisión, la Eurocámara ha apoyado una propuesta «muy estricta» que no contenta al sector pesquero por su falta de pragmatismo, mientras el Consejo intenta buscar una vía intermedia. «Tenemos que contar con el apoyo del sector a esta nueva reforma, de lo contrario será un fracaso absoluto», aseguran fuentes diplomáticas españolas en Bruselas.

Todos son conscientes de lo que está en juego y por eso la presidencia del Consejo propondrá hoy que se revisen las posiciones de cada Estado y que se ceda en los puntos más controvertidos de las negociaciones. Para el ministro de Agricultura y Pesca español, Miguel Ángel Arias Cañete, será una de las reuniones más complejas de los últimos meses. El pasado mes de abril dejó claro que España no podía hacer más concesiones si quería seguir conservando sus actuales posibilidades de pesca y asegurar la supervivencia de la flota.

El tema más controvertido sigue siendo el de los descartes. España, junto a Francia y otros socios europeos, quieren que se respeten los márgenes y plazos establecidos por el Consejo para cumplir progresivamente con la obligación de desembarcar todas las capturas.