La familia de Boiro depuraba almeja de un banco portugués cerrado por toxina

Javier Romero Doniz
Javier Romero RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Los agentes inspeccionaron esta nave de O Chazo.
Los agentes inspeccionaron esta nave de O Chazo. simón balvís< / span>

Una de las partidas lusas de bivalvo halladas fue extraída en época de veda

25 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Una buena parte del marisco que poseía la familia de Boiro a la que le encontraron el martes, durante el transcurso de un operativo de la Policía Autonómica y Gardacostas de Galicia, una depuradora ilegal en el garaje de su casa, procedía de Portugal. En total fueron unos 200 kilos de almeja y berberecho los que aparecieron en esta vivienda de la parroquia de Cabo de Cruz. Muy cerca, en el lugar de O Chazo, estos empresarios, con intereses en la localidad arousana de Carril, tenían una piscina alquilada en una depuradora legal. Aquí había unos 1.300 kilos de bivalvo, en su mayoría de procedencia lusa, que fueron llegando en diferentes partidas. Uno de estos lotes, de unos 50 kilos, fue recogido, al parecer, en un banco marisquero cerrado por tener toxina, según un portavoz de la investigación.

Las mismas fuentes explicaron ayer que las autoridades portuguesas clausuraron el 19 de abril numerosos bancos por toxina. Entre las partidas de almeja lusa localizadas había una que era posterior a esa fecha, motivo por el que los agentes de la Policía Autonómica y el personal de Gardacostas decidieron proceder a su destrucción directamente.

Falta de licencias municipales

Esta familia boirense, que puede llegar a enfrentarse a una imputación por un delito medioambiental y contra la salud pública, solicitó formalmente el 23 de noviembre del 2011 en el Concello la licencia de obra para «o acondicionamento do local para depuradora de marisco no semisótano da casa unifamiliar». El Ayuntamiento informó favorablemente sobre esta solicitud -que está reproducida en la parte superior- a los demandantes, que llegaron a pagar las tasas necesarias para poder completar el trámite. El problema es que la licencia de obra no puede darse al no tener la de actividad, algo que estos empresarios «no llegaron a requerir nunca». Es más, según relatan en las dependencias municipales, se les informó de que no obtendrían el visto bueno del proyecto al no tener completados todos los pasos.

Al parecer, desde noviembre del 2011, en la casa consistorial de Boiro no volvieron a tener noticias de estos vecinos. Por eso, la sorpresa fue mayúscula cuando conocieron el martes la noticia del registro policial. Mientras, la abogada de esta familia aseguró ayer que sus clientes «llevan esperando más de un año por los permisos. Tienen todo el papeleo completado y las tasas pagadas, por eso entendemos que la culpa del retraso administrativo que existe es del Concello». En el ejecutivo local negaron esta versión ayer después de revisar el expediente.