Durao Barroso reconoce que la austeridad «alcanzó sus límites»

María Lorente AFP

ECONOMÍA

Los últimos datos y previsiones reavivan el debate sobre la conveniencia de las políticas de consolidación presupuestaria en Europa

23 abr 2013 . Actualizado a las 22:15 h.

«Si bien creo que es la política correcta, la austeridad llegó a sus límites», ha reconocido el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en un Centro de Reflexión en Bruselas. Más paro, más déficit, más endeudamiento, menos crecimiento y una creciente ola de indignación que recorre Europa: es evidente que los últimos datos son demoledores para la zona euro y reavivan las críticas sobre las recetas de austeridad que impulsa Bruselas (y Alemania) para salir de la crisis.

El grupo de los socialdemócratas (S&D) del Parlamento Europeo celebraron que Barroso se haya «despertado tras cinco años de coma y finalmente admita la realidad de la austeridad». «El presidente de la Comisión Europea finalmente reconoció la realidad: la austeridad ni es efectiva ni es viable. Las protestas de la gente que sufre las draconianas medidas de austeridad finalmente fueron escuchadas», señala Hannes Swoboda, presidente del grupo S&D.

Las declaraciones de Barroso salen al paso de la divulgación, una vez más, de datos demoledores sobre muchas de las economías de la zona euro, como la española. El déficit público español fue del 10,6% en 2012, incluido el rescate al sector financiero, lo que le que convierte en el más alto de la zona euro, según la oficina de estadística europea Eurostat. En ese contexto, la deuda pública de la cuarta economía de la zona euro subió al 84,2% del PIB desde el 53,9% que tenía en el 2009, uno de los aumentos más drásticos.

España negocia con Bruselas suavizar el objetivo de déficit para 2013 hasta alrededor del 6%, frente al 4,5% actual, y dos años más para reducirlo por debajo del 3%. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, admitió la semana pasada en Washington que la prórroga para reducir el déficit «es ya una realidad». La Comisión Europea ya ha dado a entender en varias oportunidades que dará más tiempo a algunos países -como Francia, España y Portugal- para que reduzcan sus déficits fiscales. Sin embargo, se ha mostrado más severa con otros países como Bélgica e Italia, que registraron déficits de 3,9% y 3% de su PIB en 2012, respectivamente.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha asegurado que espera conocer el Plan Nacional de Reformas y el Programa de Estabilidad que debe presentar el gobierno español el 30 de abril para tomar una decisión, probablemente el 29 de mayo.

En estos momentos en que se reanuda el debate sobre la austeridad, Rehn, de origen finlandés -cuyo país lidera junto a Alemania el pelotón de naciones que abogan por la austeridad como remedio para superar la crisis-, precisó que la política de consolidación presupuestaria en Europa no es la razón de un crecimiento menor de lo previsto en la región. «Yo creo que centrarse únicamente en las políticas de consolidación presupuestaria es una manera limitada de ver las cosas cuando lo que se trata es de analizar por qué el crecimiento es menor de lo previsto en Europa», declaró Rehn en Nueva York.

Las dudas sobre la política de austeridad se reforzaron luego de que Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff, dos reputados profesores de la Universidad de Harvard, autores de diversos estudios que han inspirado la rigurosidad fiscal, admitieran la semana pasada que se habían equivocado en sus cálculos. Ambos economistas habían llegado a la conclusión de que en los países con una deuda de más de un 90% del PIB, el crecimiento se reducía al -0,1%, tras haber recopilado datos de una veintena de países durante varias décadas. Esa conclusión sirvió de referencia para las políticas de austeridad impuestas por Bruselas, pese a la contundencia de los resultados: más recesión y más desempleo.