España pedirá hoy flexibilidad a la UE para el veto a los descartes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / E. LA VOZ

ECONOMÍA

Los ministros de Pesca debatirán la reforma de la política pesquera común

22 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El ministro español de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Ángel Arias Cañete, se reunirá hoy en Luxemburgo con sus homólogos europeos en la sede del Consejo de la UE en la capital de ese país para hacer una amplia revisión de lo que han dado de sí las negociaciones en trílogo con la Comisión y el Parlamento Europeo de cara a la aprobación de la nueva política pesquera comunitaria (PCP).

Las conversaciones no van por buen camino. Fuentes comunitarias y españolas en Bruselas confirman que el debate en torno a la reforma se ha enquistado en cuatro puntos. El más controvertido para los intereses de España sigue siendo la prohibición de los descartes.

Todos los socios de la Unión Europea se muestran a favor de acabar con esta práctica, pero instan al Europarlamento a actuar con «flexibilidad y racionalidad» en cuanto a los plazos y las exigencias específicas para cada flota.

Actitud dura

«Nosotros queremos una solución pragmática en el tema de los descartes, que no aboque al sector pesquero a un incumplimiento de la normativa», aseguran fuentes diplomáticas españolas, que califican la actitud del Parlamento Europeo de «muy dura e inflexible». Las mismas fuentes añaden que «tanto la Eurocámara como la Comisión están manteniendo unas posturas más draconianas que el Consejo».

En vista del callejón sin salida en el que se encuentran las negociaciones, el ministro irlandés de Agricultura y Pesca que presidirá la reunión, Simon Coveney, preguntará a sus colegas presentes en la reunión qué puntos estarían dispuestos a ceder para poder acercar posturas con la Eurocámara y dejar así lista la nueva política pesquera europea antes de que expire su mandato en junio, puesto que a partir de esa fecha será Lituania el socio que asuma las riendas de la Unión Europea durante el segundo semestre del año.

El ministro Arias Cañete no lo tendrá fácil. España se encuentra en el límite de lo que puede ser un pacto aceptable para sus intereses. El acuerdo al que llegó con el Consejo el pasado mes de febrero fue muy criticado por la flota gallega, que fue más allá al asegurar que sin cuotas para las capturas accesorias o by-catch, en el argot pesquero comunitario, la flota que vive de las pesquerías mixtas no podrá sobrevivir a pesar de la flexibilidad en el calendario.

Intercambio de cuotas

Ni los mínimis que permitirán un porcentaje de descartes en los primeros años a partir de la entrada en vigor de la reforma, ni la posibilidad de intercambiar hasta un 10 % de la cuota entre especies para compensar las capturas accidentales, parecen medidas suficientes para mantener la sostenibilidad del sector pesquero en Galicia.

Los otros tres puntos conflictivos de las negociaciones son la regionalización, la gestión de la capacidad de pesca y el rendimiento máximo sostenible (RMS), el sistema de gestión a largo plazo que quiere implantar la Comisión para garantizar una explotación de los recursos en condiciones económicas, medioambientales y sociales sostenibles.

Donde parece que hay más consenso entre Consejo y Parlamento es en los trílogos sobre la regulación del mercado de productos pesqueros y de acuicultura. Hoy también se expondrán los avances en esta área.