Pescanova avanza en la venta de activos sin contar con la banca

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

M. Moralejo

El grupo Damm critica la gestión y denuncia que se ocultó información

04 abr 2013 . Actualizado a las 13:45 h.

Pescanova no vivirá hoy su consejo más tranquilo. A última hora de la tarde del martes la compañía convocó para hoy a las diez de la mañana a sus miembros para entregarles, una vez corregidos, los estados financieros de la multinacional en el 2012. En los entregados anteriormente había, según reconoció ante la CNMV, «discrepancias que podían ser significativas» entre la contabilidad y la deuda bancaria. A finales del primer trimestre esta se situaba en 1.522 millones de euros, pero de acuerdo con la información obtenida posteriormente se calcula que a final de año se haya situado en los 3.000 millones o en una cantidad próxima, según información manejada por distintas entidades financieras. La compañía, en preconcurso de acreedores desde el 1 de marzo, intenta evitar una suspensión de pagos. Necesita una inyección de liquidez inmediata y reestructurar su deuda.

La convocatoria del consejo cogió por sorpresa a la banca acreedora, que hasta ayer no fue informada de la reunión. Al conocer este hecho, un grupo de los bancos que dirigen el proceso mantuvieron una reunión telefónica para analizar la situación. Fueron informados de que KPMG (que trabaja para ellos) todavía no conoce la cifra de la deuda, que hoy se trasladará al consejo, y que por lo tanto, «toca esperar». Uno de sus portavoces informó también de que había cierto grado de nerviosismo porque «Freshfields no había recibido el contrato firmado de Pescanova que lo convierte en asesor legal de los bancos acreedores». Además trascendió que la compañía tiene avanzada la venta de activos, lo que no agrada mucho a la banca porque se reduce el número de activos para hacer frente a la deuda.

Fernández de Sousa presidirá un consejo en el que se presentarán los nuevos estados contables y un preinforme de BDO, la auditora que desde el 2002 nunca había incluido salvedades, «aunque es probable que ahora lo haga porque su reputación está en entredicho». Fuentes de la banca entendían que KPMG no entregaría aún el mapa de la deuda ni el proyecto de futuro del negocio.

La previsión es que, una vez vistos, analizados y aprobados, los estados financieros se presenten ante la CNMV. ¿Firmarán los accionistas representados las cuentas? Habrá que esperar, pero se sabe que tres consejeros -el grupo catalán Damm (representado por José Carceller), Luxempart (François Tesch) e Iberfomento (Pérez Nievas)- tendrán una posición dura. La compañía de la familia Carceller recordó ayer que no están de acuerdo ni con la gestión realizada en la compañía , «y mucho menos con la gestión de esta crisis». «¿Por qué y cómo se ha llegado a esa situación tan crítica? », se preguntan, al tiempo que entienden que «se nos ha ocultado información».

«Nuestro objetivo -añadieron- es que los números sean claros y conocer la información que se presentará a la CNMV». Evitaron pronunciarse sobre si Damm pedirá dimisiones y negó que hubiera pacto de accionistas para las votaciones. Desde Iberfomento indicaron: «Tenemos la orden de no hablar».