Chipre busca dinero debajo de las piedras para no tocar los ahorros

mercedes mora REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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La Iglesia ortodoxa ofrece todos sus bienes para salvar el sistema bancario del país

21 mar 2013 . Actualizado a las 10:36 h.

Rechazado, y de qué manera, el plan A, Chipre trabaja a marchas forzadas en el diseño de uno B que satisfaga las exigencias europeas y sus socios le presten los 10.000 millones que precisa para seguir a flote. Malabarismos habrá de hacer para conseguir lo que pretende: no tocar los ahorros depositados en sus bancos, por lo menos los de los menos pudientes, ni soliviantar a los grandes clientes -a los rusos, sobre todo-, sortear la más que previsible fuga de capitales que se le avecina, y lograr los 5.800 millones que le exige el Eurogrupo a cambio de la ayuda

No le sobra el tiempo. Tiene fondos para pagar las nóminas y hacer frente a los compromisos asociados a la deuda hasta junio.

Hay que buscar dinero hasta debajo de las piedras. Y, para ello, el Gobierno del pequeño país y los líderes parlamentarios han llegado a un acuerdo para poner en marcha una comisión cuyo objetivo, en palabras del portavoz del Ejecutivo, Jrístos Stilianidis, es buscar otras fórmulas para cubrir la aportación que le reclaman los de la troika.

Según informaciones de la cadena de televisión pública RIK, recogidas por Efe, la idea es que se reduzca o incluso se elimine la quita a los depósitos y reunir los dichosos 5.800 millones a través de fuentes alternativas, como los fondos de la Iglesia o de la Seguridad Social.

Un inmenso patrimonio

Para empezar, el arzobispo de Chipre, Chrisóstomos II, puso ayer los bienes de la Iglesia -posee un inmenso patrimonio inmobiliario- sobre la mesa del Estado para salvar el sistema bancario de la isla. «Toda la riqueza de la Iglesia está a disposición del país [...] para que podamos aguantar de pie y no dependamos de estos extranjeros», dijo tras reunirse con el presidente Anastasiadis. Y, por si cabía alguna duda, añadió: «Como todos saben, la propiedad de la Iglesia es inmensa».

Y, como hay que tocar todos los palos, por si Europa se pone tonta, el ministro de Finanzas chipriota, Mijalis Sarris, no se ha movido de Moscú, hasta donde ha viajado para conseguir que le tiendan una mano. Y todo parece indicar que no saldrá de allí hasta conseguirlo. A Rusia, la manera de actuar de la eurozona le recuerda «lamentablemente a un elefante en una cacharrería», en palabras del primer ministro, Dimitri Medvédev, para quien, «se han cometido todos los errores posibles».

Contra reloj

Con todo, Chipre trabaja contra reloj y en medio de grandes presiones. Con Alemania dispuesta a apretar todo lo necesario y el BCE con el dedo sobre el botón nuclear (amenaza con cerrarles el grifo a las entidades chipriotas), no hay tiempo que perder. El objetivo es que se ponga sobre la mesa un nuevo salvavidas que todas las partes respalden. En principio, ya hay una fecha límite para sellar un acuerdo. El martes reabrirán las puertas los bancos.