Pescanova pide 10 días a los acreedores para presentarles al fin toda su deuda

r. santamarta / s. antón REDACCIÓN, VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La plantilla de la compañía cierra filas en torno a su presidente

20 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La dirección de Pescanova ha pedido a la banca acreedora un plazo de 10 días para poder presentarle, con detalle, el estado financiero de la empresa y el mapa de deuda de la multinacional. La semana pasada la multinacional pesquera admitió ante la CNMV que hay un desfase sin cuantificar en sus números. La banca, tomando los datos de la central de riesgos del Banco de España, estima que el pasivo de la entidad estará cerca de los 2.600 millones de euros, frente a los 1.522 declarados por la sociedad en septiembre del 2012. Ese es el principal punto de fricción, al margen de otras derivadas de este asunto (discrepancias en el consejo, cotización suspendida, investigación abierta en la CNMV...).

La reunión de ayer en Madrid tuvo al director financiero de Pescanova y asesores legales por un lado; y al núcleo duro de bancos acreedores por otro. Son La Caixa, Sabadell, Bankia, NCG, Popular, Deutsche Bank (alemán) y RBS (británico). Funcionan como representación de unos 45 bancos en total atrapados por el preconcurso declarado por la sociedad.

Pescanova ha pedido ese margen de 10 días -con la posibilidad de adelantar ese calendario a la próxima semana- para poder dar cuenta de ese mapa de la deuda y, también, para presentar ya alguna primera idea de las soluciones: qué vencimientos se pueden afrontar, qué deuda se pasa de corto a largo plazo...

Según fuentes financieras, las entidades acogieron la propuesta con algo de extrañeza porque contaban con que la dirección de la multinacional apuntara ya algo de su situación financiera. La empresa lleva desde hace dos semanas tratando de completar sus números del 2012 (en los que se podrá ver una fotografía precisa de la empresa) con el apoyo de BDO, la auditora encargada de firmar las cuentas desde el 2002.

Durante la cita de ayer, la banca propuso a la consultora KPMG y al despacho Freshfields como asesores financieros y legales del proceso de negociación. Hace algo más de una semana Pescanova contrató -y unas horas después suspendió- a un banco norteamericano para que trabajara como intermediario entre las dos partes. No se ha vuelto a saber más.

Pendientes de otro consejo

Las cuentas del 2012 tendrán que ir a un consejo de administración que aún no está convocado, aunque algunas voces no descartan que se produzca justo después de Semana Santa. Para la convocatoria de una cita extraordinaria del consejo hace falta que al menos tres de sus miembros la soliciten; y ya hay tres consejeros enfrentados abiertamente a Manuel Fernández de Sousa-Faro. Mientras, la banca ayer, según otras fuentes, no debatió si este último, el presidente, debe o no continuar.

Del lado de este se puso ayer, expresamente, la plantilla. En una convocatoria de prensa en la que no se admitieron preguntas, dos trabajadoras leyeron un mismo comunicado (la primera en castellano y la segunda en gallego) en el que se exige «respeto y reconocimiento» para un grupo empresarial con 53 años de historia, que «ha creado empleo y riqueza en Galicia, España y todos aquellos países en los que está presente». Rodeadas por dos centenares de compañeros reclamaron la preservación de los puestos de trabajo.

La nota hace referencia expresa a «la confianza y apoyo» a los máximos órganos de dirección, «representados por nuestro presidente», y pide el cese de «campañas interesadas que ponen en riesgo nuestro empleo». Ante la catarata de preguntas de los periodistas las trabajadoras, incluida la presidenta del comité, se remitieron al contenido literal del comunicado. Algunas fuentes aseguran que el documento fue pactado entre la dirección y los representantes de los trabajadores.