Ferrol denuncia la dramática situación de sus astilleros

Ramón Loureiro Calvo
ramón loureiro FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

José Pardo

Masiva protesta en defensa de un sector naval al borde de la parálisis total

25 feb 2013 . Actualizado a las 13:04 h.

Miles de personas -más de 30.000, según los organizadores, y en torno a 10.000, de acuerdo con fuentes de las fuerzas de seguridad- se manifestaron ayer en Ferrol en defensa de los astilleros de la ría. Respondiendo a la convocatoria de los comités de empresa de las dos factorías de Navantia en la ría ferrolana, un llamamiento respaldado por organizaciones políticas y sociales del más diverso signo, ciudadanos de todas las edades, ideologías y condición salieron a la calle para exigir que se ponga fin a la constante sangría de empleos que viven los astilleros. Una sangría que se ceba, de manera especialmente dramática, en los trabajadores de la industria auxiliar, cuyas familias están siendo ya víctimas de una situación cuyo horizonte sigue sin ser claro.

A lo largo de los dos últimos años, Navantia ha perdido en la ría de Ferrol 2.000 puestos de trabajo directos en la industria auxiliar. Y en septiembre, al margen de lo que pueda llevar a cabo el área de reparaciones y a la espera de que se concrete el contrato con Pemex, la empresa se quedará sin ocupación al terminarse el megabuque australiano en construcción.

El portavoz del comité de empresa, Ignacio Naveiras, destacó el respaldo encontrado por los trabajadores del sector naval en toda la sociedad de Ferrolterra. Un respaldo, dijo el dirigente sindical, que les da fuerza tras la multitudinaria manifestación de ayer, para «seguir loitando xa non só polo sector naval, senón por todos os sectores da comarca».

La movilización contó con el respaldo de buena parte de los alcaldes de la comarca, y entre los manifestantes se encontraban, además del de Ferrol, José Manuel Rey, regidores como los de los concellos de As Pontes, Ares, Narón, Pontedeume, San Sadurniño y Neda.

Durante la marcha, que como las anteriores recordó a las grandes movilizaciones de la época de la reconversión industrial, se lanzaron constantemente consignas en contra de la corrupción en España y a favor de un cambio en la política del Gobierno que permita a los astilleros públicos acometer proyectos como el del ansiado dique flotante. La dirección de Navantia ha desechado el proyecto con el pretexto de que la UE lo prohibiría.