Reyal Urbis protagoniza el segundo mayor concurso de la historia

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El grupo inmobiliario no ha sido capaz de refinanciar una deuda de 3.600 millones

20 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Un lustro después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el elemento desencadenante de la gran depresión económica que sacude al país, la crisis sigue derribando a los grandes del sector del ladrillo. El último ha sido el grupo Reyal Urbis, que acaba de acogerse formalmente al concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- tras no haber podido alcanzar un acuerdo para refinanciar una deuda de 3.613 millones de euros. Eso es lo que comunicó ayer la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que es el segundo mayor concurso de un grupo inmobiliario español, después del protagonizado por Martinsa -Fadesa en el verano del 2008 y tras la que alcanzó un acuerdo para refinanciar en una década sus 7.200 millones de euros de deuda.

Reyal Urbis, que ya había presentado un preconcurso de acreedores el pasado 23 de octubre, tiene actualmente 420 trabajadores: 137 en la división inmobiliaria y 283 en la línea hotelera. Y se une así a una larga de lista de los que han pasado por el juzgado para suspender pagos, entre los que destacan Habitat, Sacresa, Nozar o Restaura. El grupo inmobiliario presidido por Rafael Santamaría presentó las últimas cuentas oficiales en el tercer trimestre del 2012. Entonces, registraba unas pérdidas de 257 millones y un descenso del resultado de explotación de más del 50 %.

Malas condiciones

En esas circunstancias, la última llamada de socorro para refinanciar su multimillonaria deuda ha sido infructuosa. Reyal Urbis solicitó hasta 30 millones para hacer frente a compromisos con proveedores y para pagar los intereses de la deuda con Hacienda.

En la lista de acreedores del grupo inmobiliario figuran, en primer lugar, el Santander y Banesto, con 550 millones pendientes de cobro; Bankia, con 460 millones; Barclays, con 450 (406 de los cuales fueron vendidos al fondo Appaloosa); Royal Bank of Scotland, con 300; el Popular y el Pastor, con 219; NCG Banco, con 210; BBVA, con 121, y el Sabadell, con 72. La deuda con Bankia y con NCG ha pasado a manos del conocido como banco malo o Sareb. A todo hay que sumar que la lista de acreedores se completa con la deuda que Reyal Urbis tiene contraída con la Agencia Tributaria, que asciende a 400 millones de euros. Y con el Instituto Oficial de Crédito (ICO), al que la inmobiliaria tiene pendiente de pagar 215 millones. Lo que convierte al Estado en el principal acreedor, con 1.300 millones.

El detonante de la petición de concurso formalizada ayer ha sido un embargo de 5 millones y la reclamación de deudas derivadas de pleitos.