Preocupación en Vigo por la posible entrada del Gobierno francés en Citroën

s. a. g. vigo / la voz

ECONOMÍA

Los trabajadores y representantes sindicales abordaron la necesidad de aquilatar gastos en la factoría de Balaídos, extremo sobre el que no llegaron a un acuerdo

12 feb 2013 . Actualizado a las 14:53 h.

Los trabajadores de la planta viguesa de Citroën, a través de sus representantes sindicales, hicieron llegar ayer su preocupación e inquietud a la dirección de la factoría por el debate abierto en Francia sobre la posible entrada en el capital de PSA Peugeot Citroën para garantizar el futuro del grupo, cuya difícil situación económica se ha convertido en el vecino país cuestión de estado. En la misma reunión abordaron la necesidad de aquilatar gastos en la factoría de Balaídos, extremo sobre el que no llegaron a un acuerdo.

Pidieron los trabajadores datos concretos de cómo está la situación. Los responsables de recursos humanos les emplazaron para dentro de unos días, cuando tengan la comunicación oficial de la que ahora, dijeron, no disponen. «No podemos comentar especulaciones», señaló un portavoz de la empresa que añadió que, en todo caso, es la dirección de comunicación en París la que hace valoraciones sobre aspectos relacionados con el posicionamiento del grupo.

La complicada situación que, fruto de la caída de ventas sobre todo en Europa, está viviendo el grupo PSA contrasta con el inicio de un momento más dulce en la planta viguesa, donde la fabricación de dos nuevos modelos en exclusiva mundial -C-Elysée y Peugeot 301- no solo mantiene una de las cadenas a pleno rendimiento, sino que está obligando a trasladar parte de la producción de furgonetas a la factoría portuguesa de Mangualde. «Pero no perdemos de vista que somos una fábrica más del grupo y las decisiones de grupo no se toman en Vigo, se toman en París», señala un representante sindical.

Por otra parte, Bruselas autorizó a Francia a acordar de manera temporal una garantía que cubra las emisiones de la filial financiera de PSA, Banque PSA Finance, por importe de 1.200 millones de euros. Dicha autorización queda sujeta a la presentación de un plan de reestructuración para el grupo.