«No encontraba un puesto de trabajo, y me lo he creado»

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

ECONOMÍA

26 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

No es un caso aislado. Más bien es uno más. En el municipio ourensano de Petín solo se ha firmado un contrato indefinido en los últimos tiempos. En pleno valle de la comarca de Valdeorras, el pequeño municipio -de algo más de 30 kilómetros cuadrados de territorio, en el que viven 982 vecinos- no es la cuna de la industrialización. Hostelería, servicios, alguna bodega y alguna pequeña empresa componen el tejido empresarial y así no es fácil encontrar un hueco en un mercado laboral que cada vez está más achuchado. Sobre todo en una comarca que depende en gran parte de la pizarra, que no pasa por su mejor momento.

Susana Gómez, nacida en Madrid hace 41 años, lo sabe. Tras llegar a Petín en el 2007 después de haber estudiado Publicidad y Relaciones Públicas, logró un trabajo como administrativa, un puesto en el que tenía experiencia. Estuvo hasta hace dos años, y desde entonces solo consiguió ocupación temporal durante cuatro meses en una fábrica de componentes para vehículo que hay en el concello lindante al que vive, A Rúa.

Primera necesidad

Viendo que lo de conseguir un puesto de trabajo estaba complicado, «me lo creé yo», cuenta en la tienda de ropa A Xanela, que regenta desde noviembre. «Vi que no había salida, que había tocado todos los palos, inundado todo de currículos, y que no salía nada; así que pensé en montar algo», explica. ¿Por qué una tienda de ropa? Dice que la respuesta estuvo también en la crisis. «No está la cosa para tonterías, así que tenía que ser algo de primera necesidad, y ahí estaba comer o vestir, y opté por lo que suponía menor inversión».

Decidido el negocio, tocó buscar el lugar. Petín no ofrecía un gran mercado; así que optó por irse hasta el municipio vecino. En A Rúa, con casi 5.000 vecinos censados, «hay mucho más movimiento de gente, hay más público». Más tendría en O Barco, capital comarcal y con 15.000 residentes, «pero ahí ya tienen bastante tiendas de todo».

Deja ver que en sus decisiones a la hora de optar por el autoempleo hubo mucha reflexión previa. También a la hora de cuadrar los números. No tuvo que recurrir a los bancos. Logró financiación en la casa de sus padres, y en la de sus suegros. Repite incansable que desde ambas partes se han volcado con el proyecto. «Tengo que devolverles el dinero, pero ellos me dan un respiro que el banco no te da, no tiene que ser ya, de manera inmediata, de hecho, ni siquiera me han puesto una fecha para hacerlo», relata. Y lo tiene claro: «Si no, no vives».

Sin un sueldo «decente»

Todavía está empezando, así que es pronto para saber si ha acertado, pero ella cree que sí. «De momento estoy cumpliendo los números que me había puesto, aunque es cierto que me los puse muy pesimistas por cómo está la cosa», dice. Confiesa que «no estoy para hacerme rica, de hecho ahora mismo ni siquiera tengo un sueldo decente, pero es que todavía estoy arrancando». Y es tajante sobre la previsión: «Creo que puede levantar».

susana gómez acosta vecina de petín

Susana Gómez Acosta solo tuvo empleo cuatro meses en los últimos dos años