El paro ha crecido un 187 % en Galicia en los cinco años de crisis

juan oliver REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Casi 92.000 hogares gallegos tienen hoy a todos sus miembros activos desempleados

25 ene 2013 . Actualizado a las 13:17 h.

La era glacial que vive la economía española ha dejado prácticamente congelado al mercado laboral gallego, que bate récords históricos de desempleo trimestre tras trimestre sin que nada en el horizonte permita atisbar el final del invierno. Según la encuesta de población activa (EPA) del último cuarto del año pasado, que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE), Galicia cuenta ya 277.400 desempleados, el 21,28 % de su población activa. La tasa más alta desde que existen registros estadísticos del paro.

Son 13.400 desocupados más (un 5 %) que en el trimestre anterior, y 37.000 más (un 15,4 %) que en el mismo período del 2011. En cinco años de crisis, el paro ha crecido en Galicia en 181.000 personas (en el último trimestre del 2007 eran 96.500), es decir un 187,5 %.

El hielo está además minando las estructuras sociales del país. En 91.900 hogares gallegos todos los miembros activos están sin trabajo, 12.000 más en apenas tres meses. Si se suman aquellas unidades familiares en los que todos los miembros son desocupados, el resultado es que más de 367.000 familias gallegas no disponen de un sueldo para vivir. Es decir, que sobreviven gracias a un subsidio, a una pensión, a la economía sumergida o a la caridad.

El resultado es que el futuro de Galicia está seriamente comprometido. Primero, porque la suma de sus 277.400 parados y sus 736.567 pensionistas ya supera con creces al número de cotizantes a la Seguridad Social (927.383 en diciembre pasado, 150.000 menos que hace cinco años). Segundo, y quizá lo más grave, porque la deriva del mercado laboral se está cebando especialmente con un tramo de edad particularmente indefenso ante los efectos a largo plazo de la glaciación económica.

Paro juvenil

La tasa gallega de desempleo juvenil está ya en el 48,4 %, diez puntos más que hace apenas un año y con 37.600 jóvenes de entre 16 y 25 años buscando trabajo sin encontrarlo. Galicia arrastra desde hace lustros un gravísimo problema de envejecimiento demográfico, y parece suicida abocar a la emigración a su generación más joven.

La lectura de la EPA en el conjunto de España resulta aún más heladora, porque el desempleo juvenil ya supera el 55 % y afecta a más de 930.000 personas. Una cifra que asusta hasta a la mismísima Ángela Merkel, quien ayer reconoció que esas tasas, que se repiten en Grecia y Portugal, ponen en peligro la estabilidad política de los países que las padecen y también la de la UE. Por eso, la canciller alemana, que asistió en la localidad suiza de Davos al Foro Económico Mundial, recomendó a España adoptar ya medidas transitorias para crear empleos.

Ardua labor, si se tiene en cuenta que según el INE el número de parados ha crecido en España en 187.300 personas en el último trimestre hasta situarse al borde de los 6 millones de desempleados, una barrera que la Oficina Estadística de la Comisión Europea (Eurostat) ya da por superada desde el pasado mes de octubre.

Europa

El contraste de la EPA con Eurostat también confirma que España es el principal problema del paro en Europa. De las siete regiones europeas (hay 318) con mayores tasas de desempleo, seis son españolas. Quince, si se eleva el conteo a las treinta primeras. Galicia ocupa el puesto 23 en ese ránking, que encabeza Andalucía con un registro demoledor: un 35,9 %.

Según Trading Economics, un portal especializado en estadísticas macroeconómicas que analiza la situación laboral de 181 países, solo hay siete en todo el mundo que superen ese nivel: Kenia, Haití, Bosnia, Kosovo, Namibia, Congo y Yibuti.

La EPA también desvela que el número de ocupados se ha reducido en 363.000, dejando a la población activa por debajo de los 17 millones de trabajadores, la cifra más baja de los últimos nueve años. Y cuando la ocupación baja más de lo que suben los parados eso solo tiene una explicación: la emigración y el desánimo, que hace que muchos de quienes buscaban un empleo, ya ni lo intenten.

Es una postura incluso lógica, si se tiene en cuenta que las oportunidades que les ofrece el mercado laboral son prácticamente inexistentes: apenas un 5 % de quienes buscaban trabajo en el tercer trimestre del 2012 lo encontraron en los tres meses siguientes.

Casi 700.000 parados más que antes de la reforma laboral

A tres semanas escasas de que se cumpla un año de la reforma laboral, la EPA parece confirmar que sus efectos positivos aún no se han notado. A pesar de las medidas destinadas a abaratar y flexibilizar la contratación y el despido, tanto individual como colectivo, el paro ha crecido un 13,2 % y hoy hay 691.700 desocupados más que hace un año. Además, se destruye empleo estable y no se crea temporal, como pretendía la reforma. De hecho, los asalariados con contrato indefinido han caído en 91.100 personas en el último trimestre, y los asalariados con contrato temporal, en más de 216.000. También baja en 55.400 personas la cifra de trabajadores por cuenta propia.

Pese a todo, el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, aseguró ayer en Madrid que la reforma laboral «está frenando el proceso de destrucción de empleo», aunque reconoció que el resultado de la EPA «no es bueno».