Mar «liderará» la actualización de la orden de 1964 que regula las tripulaciones

s. s. viveiro / la voz

ECONOMÍA

25 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Obviando 48 años de innovaciones tecnológicas, en España sigue aplicándose la orden estatal de 1964 «por la que se fija el cuadro indicador de tripulaciones mínimas para buques mercantes y de pesca». Rige pese a que el legislador ya preveía en el siglo pasado que el Estado pudiese «autorizar las modificaciones que estime procedentes en el número de tripulantes de cada buque, según el grado especial de automatización de sus servicios o las particularidades del tráfico a que se dedique». Tras las reiteradas peticiones de los armadores, la Consellería do Mar «liderará» otro nuevo intento de modernizar ese reglamento.

Lo anuncia el PP de Lugo, como resultado de la reunión que ayer mantuvieron en Santiago la conselleira de Mar, Rosa Quintana; el portavoz de Mar del PPdeG en la Cámara gallega, José Manuel Balseiro; y el alcalde de Burela, González Barcia. Balseiro y Barcia ya acompañaron al sector pesquero de A Mariña lucense la pasada semana, en Burela, cuando armadores y cofradías repitieron al actual subdirector nacional de Seguridad Marítima una reclamación que sigue sin atender después de veinte años.

Comisión mixta

Ahora, el PPdeG anuncia que la Xunta promoverá una comisión mixta. Aparte de representantes de Mar y del sector pesquero, invitará a los organismos estatales directamente implicados, Marina Mercante y Secretaría General de Pesca. Los populares gallegos prevén una citación oficial y una primera reunión general en Burela.

Sobre la modificación de las tripulaciones mínimas hay dos posiciones. Los armadores la reclaman porque no tiene en cuenta las mejoras en navegación y máquinas. Denuncian dificultades para encontrar los titulados exigidos, sobre todo de máquinas, así como el «agravio» que supone con las exigencias a otras flotas europeas, como, por ejemplo, la inglesa. Mientras, sindicatos, organizaciones profesionales y partidos como el PSOE advierten que el cambio no debe de ir en detrimento de la seguridad de tripulantes y barcos.