El Reino Unido planea vedar áreas donde faena la flota gallega

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Los armadores intentan a contrarreloj minimizar el impacto de la medida

13 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Acaban de superar el sobresalto de las cuotas -la posibilidad más que palpable de perder merluza y gallo- y ya tienen otro escollo a la vista. La flota gallega que faena en Gran Sol ha intensificado las gestiones administrativas para minimizar el impacto de un proyecto conservacionista del Reino Unido que, de materializarse, impediría la actividad de la flota arrastrera y palangrera en extensas áreas del caladero frente a Escocia, Gran Bretaña e Irlanda.

Ocurre que la JNCC (Joint Nature Conservation Committe), órgano británico para la conservación de la naturaleza, ha planteado la necesidad de proteger los fondos marinos más vulnerables de las aguas británicas. Primero hizo su propuesta para el suroeste del Reino Unido y, más tarde, para el noroeste de Escocia. Y resulta que, tanto en un caladero como en el otro, algunas de las superficies candidatas a convertirse en zonas marítimas protegidas coinciden con áreas habituales de trabajo para la flota española, con lo que, a juicio de los armadores afectados, poco puede haber ya que proteger y mucho que perjudicar: la economía de cerca de un centenar de embarcaciones pesqueras.

Vaya por delante que los armadores dicen que no se oponen a que se restrinjan áreas a la actividad extractiva, pero si es que realmente hay corales y hábitats vulnerables. Ahora bien, «difícilmente puede haber ya especies sensibles por donde durante años ha estado pasando el arrastre», señala José Ramón Fuertes, gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI).

Fuertes y su equipo están convencidos de que es factible minimizar el impacto de la medida proteccionista sobre la flota, porque es relativamente sencillo demostrar que poco coral puede quedar en una área en la que arrastreros y palangreros han faenado por decenios. Sostienen que podrían esquivar la protección con tan solo dos informes, pero que, obviamente, tienen que estar realizados por la Administración, sobre la que llevan llamando la atención más de un año, aunque hasta ahora en vano. Necesitan, por un lado, un informe de impacto que incluya el foot print (la huella del arrastre) de la flota española. Madrid tiene constancia de dónde faenan los barcos de su bandera dado que están controlados por la caja azul, que envía por satélite datos de la zona en la que están operando, a qué velocidad y si va en arrastre o no, con lo que no es complicado demostrar al Reino Unido que allí donde pretende imponer una veda es un caladero tradicional del arrastre.

Palangre inocuo

Otra prueba que necesitan es la de la flotabilidad positiva del palangre que emplean los pincheiros en Gran Sol. Ese estudio, que tendría que estar avalado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO), serviría para sustentar que la incidencia de este arte sobre los fondos pesqueros es mínima, dado que se trata de un sistema de piedra-bola que hace que solo el peso llegue al fondo y la línea de los anzuelos siempre queda a media superficie, gracias a las boyas que la hacen ascender.

Si consideran que hacerse con la huella del arrastre es sencillo, las evidencias de la flotabilidad positiva del palangre es todavía más factible, dado que ya hay antecedentes de ese trabajo. Los científicos del IEO ya redactaron ese informe para atajar una situación similar a la que se da ahora en el Reino Unido y que anteriormente se produjo en el área del Antártico (en la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos). Y allí el informe fue determinante para que la flota palangrera pudiese seguir faenando en las zonas protegidas por su incidencia prácticamente nula sobre los fondos.

La propuesta de la JNCC ya ha llegado al Parlamento escocés, por lo que el tiempo apremia. Los armadores han vuelto a llamar la atención de la Administración, esta vez ya para que los atienda con urgencia. La premura es tal que los empresarios han adjuntado el informe anterior del IEO sobre la flotabilidad positiva para avanzar trámites.

Los afectados esperan que, ahora sí, se ponga en marcha la maquinaria burocrática para seguir manteniendo sus caladeros. Lo intentaron ya en junio, en una reunión con las máximas autoridades de la Secretaría General de Pesca, pero después del encuentro no han recibido información ninguna: «Ninguna, salvo la procedente de JNCC proponiendo más zonas de exclusión al noroeste de Escocia».