Portugal vuelve a indicar el camino a España con la venta del sector público

M.Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El Gobierno español siguió la receta lusa para eliminar pagas, subir el IVA o abaratar el despido

26 dic 2012 . Actualizado a las 11:57 h.

A diferencia de lo que ocurre con la desobediente Grecia, a los ojos de la UE, del FMI, del Banco Central Europeo y de la propia canciller alemana, Angela Merkel, Portugal es el alumno aplicado, el modelo a seguir, el país que cumple al dictado las condiciones del rescate (78.000 millones de euros) y al que no le tiembla el pulso para recortar de donde haga falta con tal de tratar de reducir el déficit, un esfuerzo que ha sido recompensado por las autoridades monetarias concediéndole un año más de margen para recortar el agujero de las cuentas públicas al 4,5 % (cerrará el año en el 5 %).

Desde que en julio del 2011, el Gobierno de coalición entre los conservadores del PSD y los democristianos del PP inauguró el período de intervención externa en Portugal, el primer ministro, Pedro Passos Coelho,

no ha parado de decretar ajustes que, en buena parte de los casos, han sido adoptados por el Ejecutivo de Mariano Rajoy con apenas un año de diferencia.

Es la primera vez que Portugal va por delante de España, con las medidas que están marcando el camino al Ejecutivo español.

Privatizaciones

Puesta a la venta de empresas y servicios públicos costosos para el Estado. Ahora, el objetivo inmediato de Passos para hacer caja es poner a la venta el sector público, empezando por el que reporta más gasto al Estado, como la compañía aérea nacional, TAP; los aeropuertos portugueses; la radio y televisión pública RTP, el servicio de correos o el mayor astillero del país, en Viana do Castelo. Algo en lo que ha comenzado a trabajar el Gobierno Español, sobre una lista integrada por empresas como Renfe, AENA, Puertos del Estado, Paradores y Loterías y Apuestas del Estado; además de desinversiones en la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) o en Red Eléctrica Española (REE). Paralelamente Portugal ha impuesto el copago en los servicios públicos sanitarios, al igual que comienza a ocurrir en España.

Reforma laboral

Abaratamiento de la indemnización por despido. En julio del 2011, Portugal aprobó una reforma laboral que abarató la indemnización por despido de 33 a 20 días. Al año siguiente, España aplicó la misma medida, reduciendo la compensación por despido, que pasó de 45 días por año trabajado a 20. Ahora, el Gobierno de Passos acaba de anuncia una nueva vuelta de tuerca sobre esta medida, al rebajar la indemnización de 20 a 12 días, a partir de enero del 2013.

Bajada de sueldos

Más IRPF a cambio de no subir las cotizaciones sociales. La presión social obligó al Ejecutivo luso a dar marcha atrás en su idea de elevar las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social del 11 al 18 %. A cambió elevó el tipo medio del IRPF del 9,8 al 13,2 %. En España, la subida de los tipos del IRPF (a todo el mundo, incluidos los funcionarios), ha supuesto una bajada salarial media de entre un 2 y un 3 % (sueldos de 17.700 a 33.000 euros, el 2%; y sueldos de 33.000 a 53.400 euros el 3 %).

Subida de impuestos

Incremento del IVA. En octubre del 2011, el Gobierno luso aprobó una subida del IVA del 13 al 23 % para la hostelería; e incrementó del 6 al 13 % un gran número de productos de alimentación, incluida el agua embotellada. El Gobierno de Rajoy aprobó en julio de este año una subida del IVA, efectiva a partir de septiembre, del 18 al 21 %. El de tipo medio pasó del 8 % al 10 %. El tipo reducido, para productos de primera necesidad se mantiene en el 4 %.

Supresión de paga extra

Dos pagas menos para funcionarios y pensionistas. En octubre del 2011, Passos anunció que los funcionarios y jubilados con más de 1.100 euros de salario al mes se quedarían sin paga extra hasta nuevo aviso; y los que cobraran entre 600 y 1.100 euros, la verían reducida. En junio de este año, la medida fue declarada ilegal por el Tribunal Constitucional portugués, pero dada la situación deficitaria de las cuentas del Estado, el alto tribunal decidió que las pagas extras ya eliminadas (la de Navidad del 2011 y la de verano del 2012), no serán devueltas. Emulando la receta lusa, el Ejecutivo español suprimió la paga extra de diciembre de 2012 a los funcionarios.