La especie babosa se ha vendido esta semana a mínimos históricos
22 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.La almeja de Carril es, probablemente, la más famosa del mundo. Y esta semana es también la más barata. Ahora, cuando los precios deberían estar repuntando, ocurre todo lo contrario: las cotizaciones de algunas especies se han hundido y han alcanzado mínimos históricos. Es lo que ocurre con la almeja babosa, que llegó a venderse el lunes a 0,40 euros el kilogramo.
«Para esto, era mejor dejar la almeja en el vivero o regalarla», decía ayer Rosi. Ella era una de las parquistas que, con gesto serio y mirada fija, seguían la subasta en la rula carrilexa. Pero fuera de la lonja llueve. Y lleva muchos días lloviendo. El agua dulce está bajando los niveles de salinidad en el fondo de la ría de Arousa y la almeja de los parques está debilitada y comienza ya a morir. Es precisamente la urgencia por sacar el marisco antes de que la mortandad se consume lo que ha llevado a los parquistas a sacar importantes cantidades de marisco. Basten algunos ejemplos: el lunes se subastaron 18.000 kilos y el martes 16.000. Ayer, la cifra ya era mucho más baja: 6.000 kilogramos de babosa, japónica y fina salieron a la venta.
Es su urgencia por vender, dicen los productores, la que ha permitido a los compradores dejar que los precios caigan hasta el ridículo. Eso, aclaran, y el hecho de que «está entrando moitísimo marisco de fóra», han abocado a la lonja a una situación excepcional que para el responsable de la subasta, Moisés Campos, no tiene precedentes «en los 16 años que llevo trabajando aquí». Las bajas cotizaciones de estos días han eclipsado un asunto de vital importancia para el sector de los parques de cultivo: la entrada en vigor de una normativa que los va a obligar, por primera vez, a tener que trabajar atendiendo a una tabla de precios. La agrupación de parquistas ya ha anunciado que, de aplicarse la norma, el sector estará condenado a desaparecer. Y por esa razón ya están preparando un contencioso administrativo para intentar frenar la aplicación de la norma de tallas en lo que a los parques de cultivo se refiere.