El (pen)último pulso para Novagalicia Banco

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

<span lang= es-es >Almunia y Feijoo</span>. Ambos líderes políticos se han visto las caras ante la reestructuración financiera y las ayudas al naval.
Almunia y Feijoo. Ambos líderes políticos se han visto las caras ante la reestructuración financiera y las ayudas al naval.

El Banco de España y Bruselas insisten en que NCG se subastará y será adquirida por otra entidad

02 dic 2012 . Actualizado a las 14:53 h.

Semana de infarto para Novagalicia Banco. Estaba previsto que el miércoles el comisario de Competencia, Joaquín Almunia, hiciera públicos los planes de recapitalización y, por tanto, el futuro de las cuatro entidades nacionalizadas: la gallega y el Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Bankia. Hasta que se conoció si Europa aprobaba definitivamente las ayudas a la única institución financiera con sede en la comunidad gallega, las informaciones llegaban a cuentagotas. Había contención en las declaraciones. Se pretendía que no hubiera ningún mensaje que abriese un nuevo enfrentamiento político como el generado durante la fusión de Caixa Galicia y Caixanova desde la cúpula de ambas entidades, desde el Banco de España, desde el Gobierno de Zapatero y por los líderes del PP y del PSOE en la comunidad gallega. Almunia tardó en defraudar. En su comparecencia fue duro, pero claro: Novagalicia se considera viable y va a recibir 5.425 millones de euros. Luego debería integrarse en «una entidad financiera».

Bruselas matiza y al día siguiente se desdice

La integración «en otra entidad financiera» anunciada por Almunia rechinó. La institución que preside José María Castellano ha diseñado un plan para la captación de inversores internacionales, principalmente anglosajones, que ha sido aplaudido por el ministro De Guindos, por la vicepresidenta, Soraya Sáenz, y por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en distintos momentos políticos de esta reestructuración bancaria, y también por diferentes líderes del PSOE, como la anterior ministra Elena Salgado (Castellano entró en la entidad con su visto bueno) y el exgobernador Fernández Ordóñez. ¿Qué sentido tiene entonces el mensaje del comisario, que es también destacado miembro socialista? Repreguntado nada más acabar la comparecencia, desde su gabinete explicaron que lo «lógico» sería la integración en un banco, pero sin descartar otras vías como la entrada de fondos de inversión internacionales (presentes en el capital en las grandes entidades españolas). Sin embargo, al día siguiente desde Bruselas y también desde el Banco de España se cambió el discurso y se ajustó a una sola línea: NCG solo puede ser vendida a una entidad financiera. ¿Qué ocurrió para que el discurso mutara? Nada. Solo una reunión entre el gobernador, Luis María Linde, y el subgobernador, Fernando Restoy, con los números dos de las tres grandes entidades financieras (La Caixa, el Santander y el BBVA), en la que, según publicó Cinco Días, el supervisor pidió su colaboración para acelerar la resolución del mapa bancario y volver a presionar para que estas entidades participen en el capital de la Sareb o banco malo.

El Banco de España monta bronca en el Parlamento gallego

Fue un encuentro con una serie de periodistas el foro en el que un alto funcionario del Banco de España dijo que NCG se subastaría al mejor postor e inmediatamente después que Catalunya Caixa. Tiraba así abajo el trabajo que venía desarrollando José María Castellano desde su desembarco en la entidad, a mediados de septiembre del 2011, y para el que había sido llamado. Es más, tanto el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, como el líder de la oposición, Pachi Vázquez, aplaudieron la llegada de este gestor de reconocido prestigio, con capacidad para atraer dinero internacional y sensibilidad para mantener a Galicia en el mapa financiero español. Nada más conocerse la sentencia del supervisor para NCG, la bronca saltó al Parlamento y enturbió el debate de investidura de Núñez Feijoo. La polémica quedó servida al llegar la excusa perfecta para que los políticos se echasen en cara su (buen o mal) hacer.

Llamadas constantes de San Caetano a la Moncloa

A partir de las tres de la tarde las llamadas entre San Caetano y la Moncloa se sucedieron. También con Génova. El presidente en funciones de la Xunta pidió explicaciones a tan alto nivel que un portavoz del Banco de España se vio obligado a precisar las declaraciones de horas antes, pero sin llegar a rectificar. El mandato de Bruselas es vender «sí o sí», y NCG se integrará en una entidad financiera. La matización: será después de la subasta de Catalunya Banco y antes de cinco años. Por el momento, La Caixa se quedó con el Banco de Valencia; el Santander es el primer candidato para Catalunya Caixa, y el BBVA, la entidad más reticente para entrar en el banco malo, todavía no ha movido ficha. Mientras que desde NCG no se hacen declaraciones sobre los movimientos del Banco de España, Feijoo dice que el proyecto «aínda ten vida» y que él ha hecho todo lo que ha podido. ¿Echó balones fuera? El adelanto electoral hay quien lo entiende en esta clave, lo mismo que la creación de la comisión de investigación. Pudieran ser la cara y la cruz de la misma moneda. Feijoo tiene contactos suficientes en el FROB y en el PP como para escuchar mensajes que se lanzan desde esas instituciones: lo que quiere Bruselas es que la entidad desaparezca y que no compita, a través de las ayudas de Estado, con el resto. Son el Banco de España y el FROB los que imponen los plazos. Lo cierto es que la Xunta pidió explicaciones y calificó de «bulo» la «inmediatez» exigida por el Banco de España.

La falsa excusa de la libre competencia

Desde el Banco de España siguieron dispuestos el viernes a dar explicaciones sobre el calendario para una venta que será «sí o sí» por imposición de Bruselas. Más balones fuera. No hay fechas, argumentaron, pero no habrá dos entidades en venta a la vez. Y la de NCG se hará cuando las condiciones de mercado lo permitan, insistían. ¿Por qué lo exige Bruselas? La explicación es fácil: cuando a una institución se le inyecta tanto dinero público su actuación en el mercado puede atentar contra la libre competencia. Por lo tanto, sentencian, hay que integrarla en otra entidad. El argumento se entiende, pero ¿esa inyección multimillonaria de dinero comunitario que se hizo en el Banco de Valencia (4.500 millones en una entidad que se considera inviable) no distorsiona también el mercado cuando se beneficia de ello la entidad compradora, en este caso Caixabank? La respuesta dada desde el organismo supervisor fue que el comprador de NCG estará en la misma posición.

No existen teorías de la conspiración

La reestructuración del sistema financiero gallego comenzó hace ya cinco años. Los bancos querían la cuota de mercado de unas cajas que les llevaban delantera en el mercado minorista, donde cometieron excesos que ahora están pagando con su vida. De aquel mapa inicial de 45 instituciones de ahorro y 12 bancos ahora solo quedan con su futuro totalmente asegurado diez (excluidas las cajas rurales y las cooperativas). Las concentraciones se llevaron a cabo a golpe de decreto y con más de una artimaña tras un pacto político-económico fracasado. Por ejemplo, la intención de La Caixa de hacerse con el Popular, que naufragó después de que el poder político de Madrid se diese cuenta de que el banco entraría dentro de la órbita del partido que mandase en Cataluña, hoy por hoy CiU. Al final, la unión que se propició fue la del Pastor-Popular. Pese a todas las evidencias, desde el Banco de España ridiculizan los escenarios de la conspiración de reparto de poder económico. Pero, en cualquier caso, solo el País Vasco, Cataluña y Madrid tienen garantizadas sus entidades.

¿Hay fondos de inversión extranjeros?

NCG interesa a fondos extranjeros que, de la mano de Castellano, ya han ido a la Xunta, al Banco de España y a Economía. Existen y no tienen ni cuernos ni rabo, como ha descrito gráficamente el presidente de NCG durante alguna de sus comparecencias. Hoy, desde el Banco de España y desde el FROB se insiste en que es imperativo de Bruselas que el banco sea vendido a una institución financiera. Española, se da a entender. Es cierto que desde que Castellano anunció la posibilidad de que apareciese el dinero han pasado ya 14 meses. Pero, no lo es menos que el escenario y los decretos que lo regulan no han cesado de variar, exigiendo más y más provisiones a la banca española. Se reconoce que la entidad volverá a ser rentable a partir del 2013. NCG, con una cuota de mercado de más del 40 %, será todo un caramelo.

Hay quien piensa que es el momento de Castellano. Si, aun con la marca España por los suelos, el directivo es capaz de atraer inversores, no habrá quien se atreva a darle un portazo siempre que tenga el apoyo de Feijoo. ¿O no lo tendrá? ¿Lo ha dejado ya solo y ha abandonado su proyecto de mantener a Galicia dentro del mapa financiero de España? Si no es así, ¿por qué el recién nombrado presidente en una entrevista a este periódico parece haber reculado al decir que su colega de partido le aseguró que hay plazo hasta el 2015, pero que el gobernador del Banco de España puede adelantar el plazo?