El presidente de la Xunta hizo referencia durante su discurso de investidura a los «ángeles inversores» como instrumentos para impulsar a los emprendedores. Se trata de particulares solventes que invierten capital, conocimientos técnicos y redes de contactos en pequeñas y medianas empresas, normalmente, de nueva creación
27 nov 2012 . Actualizado a las 14:17 h.Durante su segundo debate de investidura, en el tramo en el que su discurso planeó sobre el objetivo de crecimiento del 2013, Alberto Núñez Feijoo citó los business angels como instrumentos para impulsar a los pequeños emprendedores. Esta figura, también conocida como «inversor angelical» o simplemente «ángel», se refiere a un individuo que invierte parte de su patrimonio en el capital de pequeñas y medianas empresas de nueva creación -o aquellas que quieran hacer frente a un proceso de crecimiento- a cambio, normalmente, de participación accionaria.
A diferencia de las entidades de capital de riesgo, que administran dinero de terceros a través de un fondo, los business angels invierten su propio capital y se implican directamente en la empresa. Se trata de personas físicas, que, tal y como define la Dirección General de Industria y de la PYME, cuentan con «un amplio conocimiento de determinados sectores y con capacidad de inversión para impulsan el desarrollo de proyectos empresariales con alto potencial de crecimiento en sus primeras etapas de vida, aportando capital y valor añadido a la gestión».
El concepto de business angels nació en 1938, cuando el Silicon Valley, en Estados Unidos, daba sus primeros pasos. Según un estudio de la ESBAN para el fomento de las redes de «ángeles inversores» en España, Frederick Terman, entonces decano del Departamento de ingeniería de la Universidad de Stanford, prestó 500 dólares a dos de sus licenciados, Bill Hewlett y Fred Packard, para que pudieran desarrollar su proyecto empresarial. Con el paso del tiempo, su iniciativa se convertiría en Hewlett Packard, una de las industrias de referencia a escala mundial dentro de la industria electrónica. Terman no solo desembolsó los 500 dólares a sus alumnos. Ayudó a los dos licenciados a desarrollar su negocio y los apadrinó en los primeros años de su carrera como nuevos empresarios. Estos son los cimientos de la figura del business angel: un particular solvente que aporta capacidad económica, conocimientos técnicos y red de contactos personales.
Los importes invertidos por los business angels suelen ser bastante inferiores a la media que dedican las entidades de capital riesgo en cada operación, su desinversión es sin embargo más lenta y la rentabilidad que obtienen, generalmente, es inferior. Normalmente los business angels se implican en operaciones de entre 25.000 y 250.000 euros (o alrededor del 25 % de su capital disponible), desvela el citado estudio, y lo hacen en sociedades con perspectivas de crecimiento rápido que permitan al inversor una salida a medio plazo. Además, su zona de actuación suele concentrarse alrededor de su área de residencia y se organizan en redes, grupos o clubs que reúnen a los business angels para establecer un contacto más eficaz con con proyectos de inversión interesantes.