La Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (Anamar) considera que «la prueba más evidente» de que el acuerdo pesquero entre la UE y Mauritania «no es razonable ni es asumible» es que ninguna embarcación ha solicitado licencias para faenar en el caladero. El presidente de Anamar, Ángel Muriel, se refirió a las declaraciones realizadas el pasado viernes por la comisaria europea de Pesca, María Damanaki, en las que defendía un acuerdo que motivó que la mayor parte de los buques -de Galicia, Andalucía y Canarias- abandonaran el caladero y estén inactivos desde el pasado 31 de julio.
Damanaki se comprometió a trabajar para encontrar «soluciones» que permitan compensar a la flota afectada, pero insistió en que el convenio viene determinado por los estudios sobre el estado del caladero realizados por las autoridades de Mauritania.
Nadie pide licencia
Muriel indicó que desconoce si la solución que se ha de dar a la flota es «una renegociación del convenio o un cambio en sus condiciones técnicas o económicas» pero la realidad es que es «inasumible», como pone de manifiesto el hecho de que ningún buque marisquero ni pelágico haya solicitado licencia. Solo lo han hecho algunos atuneros porque la temporada en ese caladero es buena.
A la espera
El presidente de Anamar indicó que el sector «está expectante» a los resultados de «un partido que se está jugando en las instituciones de la Unión Europea» y que esperan «concluya con un mínimo bloqueo que permita que el acuerdo no se ratifique». Con respecto a los estudios científicos que esgrime Marruecos para limitar las taras, Muriel indicó, con respecto a la flota marisquera, que «ponen de manifiesto que estamos en un nivel de explotación que no llega al 80 %» y en relación a los cefalopoderos «se usan estudios de hace 3 o cuatro años para limitar una especie de un año de vida, por lo que están desfasados».