El plan que está ultimando con Bruselas podría contemplar un margen de un año más de plazo para que los accionistas del Banco Gallego cierren su posible venta.
A la espera de que lo confirmen las autoridades europeas, la entidad que dirige José Luis Losada mantiene abiertas las negociaciones con el portugués Banco Espírito Santo, que estaría interesado en hacerse con el Banco Gallego con la intención de posicionarse con fuerza en el noroeste de España, un mercado natural para una entidad que no es la primera vez que intenta realizar su desembarco en España a través de una operación de compra.
Desde los sindicatos se sigue manteniendo la cautela a la hora de valorar una venta que, según manifestaron, la empresa nunca les ha llegado a confirmar. El Banco Gallego, con un activo de 4.660 millones, tiene en plantilla 748 personas, distribuidas entre la sede central y 183 oficinas, de las que 117 están en Galicia.
El 49,84 % del capital de la entidad está en manos de Novagalicia Banco y el resto se reparte entre inversores particulares como los empresarios Ramón Bahamonde Santiso, Epifanio Campo, José M. Urgoiti, además de instituciones como Inditex y BNP Paribas.
Hace unos meses la entidad intentó sacar adelante una operación de ampliación de capital por valor de 254,2 millones de euros, pero la estrategia de salvación fracasó por las reticencias de los socios en aportar más dinero al proyecto.
La compra del Gallego la estudiaron también La Caixa y el Popular.