El sector lácteo, tocado de muerte

x.r. alvite REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El 60 % de las explotaciones gallegas están al borde de la suspensión de pagos

18 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La producción de leche en Galicia corre serio peligro de desaparición o, como poco, de sufrir la reconversión más severa de toda su historia. Con unos precios en origen similares a los que se registraban hace un cuarto de siglo y unos costes de producción que casi se han triplicado en este período, las explotaciones atraviesan una coyuntura de falta de rentabilidad sin precedentes.

Mientras el importe de la materia prima en origen se sitúa en poco más de 29 céntimos, las cotizaciones del pienso, por ejemplo, siguen aumentando hasta alcanzar ya los 37 céntimos de media. Otro tanto ha sucedido con los fertilizantes, abonos o combustibles que se han encarecido en torno al 60 % en menos de un trienio.

Con esta situación no es de extrañar que casi 6.000 explotaciones -el 60 % de las existentes- se encuentren al borde de la suspensión de pagos. Y que otras 2.500 más se sumen a esta situación antes de finalizar la actual campaña láctea, en marzo del próximo año.

La mayoría de las granjas están ahogadas por unos costes de producción que les impiden acercarse siquiera al umbral de la rentabilidad, lo que condiciona seriamente la continuidad a corto y medio plazo del negocio. Según corroboran estudios del propio Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el coste medio de producción de un litro de leche en Galicia se sitúa en el entorno de los 34 céntimos. Es decir, una explotación media pierde entre 3 y 5 céntimos por cada litro que produce. Circunstancia que, de mantenerse durante mucho más tiempo, abocaría a la quiebra técnica a la práctica totalidad de las ganaderías.

La peor pagada de España. Detrás de la crisis láctea se encuentran varios factores, aunque el más relevante es la escasa evolución al alza del importe que reciben los ganaderos por su producto. Incluso en momentos de crecimiento de la demanda mundial y de recuperación de los precios en el conjunto de Europa, las cotizaciones en España apenas se han modificado. La situación en Galicia resulta doblemente sangrante, pues acumula 44 mensualidades consecutivas siendo la comunidad del estado donde menos se paga al ganadero por cada kilo que produce. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, relativos al mes de septiembre, la materia prima cotizó a 29,4 céntimos por litro en Galicia. Dos céntimos por debajo de comunidades limítrofes como Asturias o Castilla y León y casi 5 menos que en el País Vasco o Andalucía. En este sentido, especialmente grave resulta la situación de más de 8.000 granjas gallegas de pequeño tamaño (hasta 200 toneladas anuales de producción) que cobran menos de 28 céntimos por litro. Solo aquellas con unas entregas a la industria de más de 500 toneladas logran cotizaciones por encima de los 30 céntimos, tal y como se refleja en el informe de precios del Observatorio do Sector Lácteo de la Xunta.

Caída de producción. Esta situación de extrema gravedad en la que se encuentra inmerso el sector lácteo ya está empezando a tener su repercusión en los datos de producción. Durante el mes de septiembre, último del que se tienen datos hasta el momento, las entregas a industrias se colocaron en el punto más bajo de todo el año. En comparación con el inicio del ejercicio, las explotaciones gallegas redujeron su volumen de litros en casi un 10 %, pasando de los 202 millones registrados en el mes de enero a los 183 millones de septiembre. Los altos precios que registra el pienso está llevando a que cada vez más granjas opten por reformular su ración diaria de alimento y reducir los kilos de concentrado que sirven a cada animal. Si bien la composición varía de unas granjas a otras, la media de pienso que ingiere una vaca de alta producción, bajo un sistema intensivo, oscila entre los 8 y los 12 kilos. El hecho de reducir este elemento en la ración tiene una consecuencia directa y, prácticamente, inmediata en el volumen de leche que dan los animales y, consecuentemente, también en las entregas de las granjas.

Producto reclamo. Pese a esta caída en la producción y al sostenimiento del consumo, los precios siguen sin recuperarse tal y como sería de esperar en una economía de libre mercado. Principalmente en los lineales de las áreas comerciales a las que los ganaderos señalan como responsables de la actual situación por su política de utilización de la leche como producto reclamo. Las ventas al público a bajo coste repercuten directamente en el hundimiento de los precios en origen, reclaman, ya que la cadena de valor del producto se viene fijando de arriba hacia abajo y no a la inversa como sucede en la práctica totalidad de los sectores. Dos meses después de que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, pidiese un esfuerzo a las grandes cadenas lácteas de distribución para intentar una recuperación de los precios, nada ha cambiado en los supermercados gallegos en lo referente a este asunto. Durante la última semana, prácticamente todas las superficies comerciales ofertaban sus marcas blancas de leche a precios inferiores a los 50 céntimos por litro. Importes que, según denuncian de forma reiterada los productores lácteos, supone vender a pérdidas y hundir con ello sus economías.