Tres mil granjas lácteas gallegas están al borde de suspender pagos

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

La grave crisis del sector pone en riesgo a corto plazo diez mil empleos

05 nov 2012 . Actualizado a las 16:02 h.

La grave crisis que atraviesa el sector productor de leche amenaza en Galicia a muy corto plazo unos diez mil puestos de trabajo en el medio rural. Gran parte de ellos dependientes directamente de centenares de explotaciones abocadas al cierre por los bajos precios -abandonaron la actividad unas diez cada semana durante el último año-, pero otros se destruirán por las graves consecuencias que está teniendo la morosidad de los ganaderos en otros negocios del campo, como empresas proveedoras de servicios, de maquinaria o de piensos.

Esta es, al menos, la previsión de destrucción de puestos de trabajo que se maneja en un informe elaborado por el gabinete técnico y económico de Unións Agrarias (UU. AA), donde además se alerta de algo más grave: en Galicia hay ahora unas 3.000 explotaciones de leche que se acogieron al plan de modernización y que están al borde de suspender pagos. Ese número de granjas equivale a poco menos del 30 % del total existente ahora en la comunidad gallega.

En comarcas como Deza, Ordes o la Terra Chá, por ejemplo, se contabilizan todavía más de 1.000 explotaciones, centros productores que juegan un papel determinante en sus respectivas economías locales. Y negocios que ven cómo, en un escenario de costes de producción crecientes, el precio de la leche se mantiene en 0,28 euros el litro. Una cotización en origen que, sin que existan razones de mercado objetivas, se halla dos céntimos por debajo de la media española y que pone al descubierto otra realidad estremecedora: las granjas cobran ahora por el litro menos dinero que cuando entró en vigor el euro, hace ya más de diez años.

Desconfianza

Ninguno de los cambios legislativos anunciados por el Gobierno central parece satisfacer las demandas de los productores. Ni la ley de transparencia de la cadena alimentaria, porque creen que las grandes cadenas de distribución seguirán usando la leche como reclamo (en muchos híper hay cartones por debajo de 0,50 euros el litro). Ni el amparo legal de los contratos homologados, una fórmula pensada para terminar con una relación comercial anacrónica, según la cual un ganadero cobra de la industria la leche a mes vencido sin saber ni siquiera el precio.

«Nosotros queremos contratos, pero no con estos precios; porque entonces, la ruina de un mes la convertimos en una ruina para todo el año», explica Javier Iglesias, de Unións Agrarias. Mientras los productores reclaman a las autoridades figuras que garanticen precios equilibrados en las negociaciones, los titulares de explotaciones en Galicia se agrupan para formar grandes organizaciones con capacidad de influencia para presionar a las firmas transformadoras. La crisis en Galicia ha llegado a tal punto que durante este mismo mes podría paralizarse la entrega de leche a las industrias lácteas.