El Santander cree que el 2013 será el último año de recesión

M. j. alegre / Colpisa

ECONOMÍA

Considera que pedir el rescate «sería bueno para el Tesoro y para todos»

26 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El grupo Santander limitó sus ganancias a 1.804 millones de euros hasta septiembre, un 66 % menos que en el mismo período del año anterior. Principal causa de esta evolución fueron los 3.475 millones de euros destinados al saneamiento del ladrillo en España, un negocio que, considerado aisladamente, presenta abultadas pérdidas como consecuencia de las provisiones extraordinarias. Tras este esfuerzo, el banco tiene cubiertas en un 90 % las exigencias de los reales decretos del Ministerio de Economía que obligaron a las entidades a una limpieza del crédito inmobiliario, tanto del problemático como del sano.

El vicepresidente y consejero delegado de la entidad, Alfredo Sáenz, presentó las cuentas en el marco de un análisis de la situación mucho más optimista que en ocasiones precedentes. Consideró positivo para España que el Gobierno pida el rescate -algo que, reconoció, «todavía está en el limbo»-, porque «permitiría rebajar la prima de riesgo hasta 200 puntos básicos, algo que sería bueno para el Tesoro y para todos».

Además de hacerse eco del favorable cambio que en la percepción del futuro económico de España y de Europa se ha producido en la reciente asamblea del FMI, se apuntó, con matices, a la idea de que el 2013 puede ser el último año de la recesión en España. «Podríamos tocar fondo a partir del último trimestre del próximo ejercicio, pero la recuperación va a ser lenta», vaticinó. Por si acaso, el banco piensa que el pico de la morosidad no llegará hasta los primeros meses del 2014.

Un lenguaje nuevo

Algo está cambiando a mejor en el clima económico internacional. Según Sáenz, hay que celebrar que los dirigentes económicos presentes en la cita del FMI han adoptado «un lenguaje nuevo», que permite pensar en un punto de inflexión. Se ha pasado de mencionar el abismo de la ruptura del euro a proyectar planes de crecimiento en Europa.

En cuanto a España, «se ve como un país que ha avanzado en la resolución de sus problemas», dijo. Acercando el foco, precisó que el sector bancario ha salido reforzado, porque la publicación de los resultados de las pruebas de resistencia por Oliver Wyman «han aportado credibilidad a la forma en que el Gobierno está llevando a cabo la reestructuración». Pero el número dos del Santander se deshizo sobre todo en elogios al presidente del BCE. «La talla del señor Draghi es altísima y creciente», dijo, de quien, en su opinión, «ha sido capaz de transmitir confianza y optimismo a una audiencia mundial». Sobre las cuentas del gigante bancario, Sáenz explicó que el beneficio ordinario del grupo, sin contar los saneamientos extraordinarios, alcanzó los 4.250 millones, un 19,9 % menos que en igual período del ejercicio anterior. Las plusvalías de 1.029 millones de la venta de la unidad de Colombia y de la reordenación de la cartera de seguros facilitaron las dotaciones extraordinarias. Las ganancias de la colocación en Bolsa de una parte del negocio de México han ido a reforzar capital, que ahora se sitúa en un coeficiente del 10,4 %.

El peso de Latinoamérica

Excluidas provisiones extraordinarias, las realizadas «de una sola vez» para sanear el ladrillo, el negocio del Santander en España alcanzaba a 30 de septiembre un beneficio de 1.054 millones, un 5,9 % menos, y suponía el 16 % del total. Latinoamérica ya aporta al grupo el 50 % de las ganancias (de ellas, Brasil representa el 26 %).