Piden una reunión con Quintana ante la crítica situación del marisqueo

r. e. vilagarcía / la voz

ECONOMÍA

MARTINA MISER

Los patrones entregaron a la conselleira algunas medidas que se podrían evaluar para intentar suavizar la dura crisis, como rebajar cuotas de la Seguridad Social

26 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Medio centenar de mariscadores de toda la ría se concentraron ayer por la tarde a las puertas de la delegación de la Consellería do Mar en Carril. Dentro de ese edificio se habían dado cita los patrones mayores arousanos con el objetivo de analizar la crítica situación en la que se encuentra el sector marisquero. Fuera, los rañeiros aguardaban, con el gesto torvo y el enfado a flor de piel. Estaban allí como representación de todo un colectivo que ha visto cómo este año sus ingresos han caído en picado. Tan en picado que las ganancias, libres de gastos, apenas existen: «Apenas quedan vinte euros para pagar as hipotecas e facer a compra».

Dentro de la delegación de Mar, los patrones mayores consensuaban y firmaban un escrito que hoy mismo dirigirán a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, pidiéndole una reunión y haciendo una breve descripción de la situación en la que se encuentran los mariscadores.

En esa carta se esbozan, también, algunas medidas que se podrían evaluar para intentar suavizar la dura crisis que atraviesa el sector: desde rebajar cuotas de la Seguridad Social hasta plantear algún tipo de paro subvencionado. «A solución tena que dar a Consellería do Mar», señalaba ayer Benito Iglesias, quien reconoce que la situación está a punto de estallar.

Producto foráneo

La gente habla desde de paralizar la actividad en toda la ría, hasta de organizar concentraciones ante las depuradoras de marisco que introducen en el mercado producto foráneo. Y es que esa es la causa, dicen desde el sector, de que el precio de la almeja esté vendiéndose en las lonjas a mínimos históricos. Esas bajas cotizaciones, sumadas a la escasez de producto y a los bajos topes, están estrangulando a muchas familias.

Eso explica la crispación que se respira en todos los puertos de la ría, y que ayer estalló en el de A Illa. El desembarco en este de un grupo de Gardacostas desató la indignación de los profesionales del mar, que los abuchearon mientras duró la inspección de las embarcaciones amarradas en O Xufre. «Trátannos como se fóramos ladróns», se quejaban ayer los mariscadores.