La crisis de la deuda provocará la pérdida de siete millones de empleos en el 2013

Dpa

ECONOMÍA

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo, 900 millones de personas en todo el mundo viven en la miseria a pesar de tener un empleo

12 oct 2012 . Actualizado a las 21:33 h.

La crisis de la deuda provocará la pérdida de siete millones de empleos el próximo año, según se desprende de los últimos datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), presentados este viernes en Tokio por su director general, Guy Ryder, durante la reunión anual del FMI y el Banco Mundial.

Así, si las naciones industriales no adoptan medidas decisivas, el número de desempleados se elevará a 207 millones en todo el mundo.

Hasta ahora la OIT contaba con la pérdida de cuatro millones de empleos en 2013.

Desde el inicio de la crisis, hace cuatro años, se perdieron 30 millones de empleos, según las cifras del Organismo de Naciones Unidas. Según Ryder, también es alarmante el hecho de que 900 millones de personas vivan en la miseria a pesar de tener un trabajo, al quedarse por debajo del umbral de pobreza de dos dálares por persona y día.

En un discurso adelantado a la prensa, Ryder advirtió de que «el constante crecimiento por debajo de la media y la proliferación del desempleo tienen consecuencias catastróficas para miles de millones de personas y naciones enteras».

El director de la OIT consideró también preocupante que un tercio de las personas sin empleo sean menores de 25 años, algo que ocurre no sólo en muchos países del tercer mundo, sino también en España y Grecia.

«Una acción coordinada de los gobiernos de las principales economías debe evitar una caída en una crisis política, económica y social», reclamó Ryders, director de la institución desde el pasado 1 de octubre.

Ryders advirtió además en contra de medidas de ahorro demasiado estrictas en los países del euro y otras naciones afectadas por la crisis, que según él profundizarían en la recesión y provocarían más daños que beneficios. «La consolidación financiera sólo puede ser sostenible si va de la mano de una responsabilidad social y un reparto justo de las cargas», apuntó.