Las eléctricas cargarán la nueva tasa del 6 % en el recibo de la luz

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La subida llegaría en enero, junto con una factura de gas un 7 % más cara

18 sep 2012 . Actualizado a las 13:01 h.

Al sector eléctrico no le ha gustado ni un poco el anteproyecto de ley de medidas fiscales aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes que, entre otras tasas (hasta un total de siete), introduce un nuevo impuesto general del 6 % por cada megavatio vendido a las operadoras eléctricas por la generación de energía.

El objetivo del Gobierno es reducir el déficit de tarifa, un agujero que asciende ya a 24.000 millones de euros, sin trasladar sobre el consumidor el peso de la deuda. Eso es, al menos, lo que explicó la vicepresidenta, Sáenz de Santamaría. Pero lo hizo sin contar con la reacción de las eléctricas, que no solo rechazan el proyecto de reforma energética, sino que ya han advertido de que «las nuevas medidas fiscales obligarán a pedirle un nuevo esfuerzo a los españoles», según fuentes de la patronal eléctrica Unesa, que agrupa a cinco principales firmas del sector (Endesa, Iberdrola, Gas Natural, HC Energía y E.On).

El sector asegura que llevarán este sobrecoste hasta las subastas con las que se fija el precio de la luz para compensar un incremento de la presión fiscal que, de ningún modo, están dispuestos a consentir que lastren sus cuentas de resultados.

De cumplir su amenaza, el bolsillo del consumidor empezará a notar la implantación de este impuesto desde enero del 2013, mes fijado para la entrada en vigor de los cambios anunciados.

Un 11 % en lo que va de año

El aviso de las eléctricas no ha cogido por sorpresa a las plataformas en defensa de los consumidores de energía, que dan por hecho que las nuevas tasas planteadas por el Gobierno acabarán repercutiendo en la factura que llega a casa. «No hace falta tener muchos conocimientos financieros para pensar que aquellas tecnologías que puedan trasladar estos impuestos a sus costes, es decir, las convencionales que no reciben prima, lo harán en la medida que puedan», denunció ayer la Asociación Nacional de Ahorro y Eficiencia Energética (Anae).

Esto ocurre a pocos días de la celebración de la subasta eléctrica que determinará si sube el recibo de la luz a partir de octubre. En lo que va de año, la factura se ha incrementado un 11 % (en abril subió el 4 % y en julio el 7 %). A esta subida hay que añadir una media de 40 euros por abonado a la tarifa de último recurso (TUR) que se ha comenzado ya a refacturar desde el pasado mes de agosto y hasta finales de año (a razón de 8 euros mensuales), en cumplimento de sendas sentencias del Tribunal Supremo, que echó abajo la congelación de los precios de la luz en el último trimestre del 2011 y el primer trimestre del 2012.

El gas, también

Además, el precio de la electricidad para los hogares también quedó afectado por la subida del IVA que aprobó el Ejecutivo (del 18 al 21 %), que entró en vigor el pasado 1 de septiembre.

Además del recibo de la luz, también el del gas se verá afectado por las nuevas cargas impositivas que el Gobierno trasladará a las generadoras de energía.

La Asociación Española del Gas (Sedigas) advirtió ayer de que la reforma eléctrica supondrá un aumento del 7 % en el precio del suministro, tanto para la industria como para el consumidor doméstico, por la aplicación de una tasa verde al gas natural de manera generalizada.

En un comunicado, Sedigas considera que la demanda gasista convencional debería quedar al margen de la reforma eléctrica del Gobierno. El sector gasista no está de acuerdo con la aplicación de la tasa verde al sector industrial y al doméstico, que además es discriminatoria, ya que su aplicación al gas natural de forma generalizada penaliza a sectores ajenos al problema del déficit eléctrico como los citados.