Expedientadas nueve industrias lácteas por concertar precios

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Competencia ve indicios de que pactan pagar por igual al ganadero

25 jul 2012 . Actualizado a las 11:01 h.

Las autoridades de la competencia españolas estrechan el cerco sobre las industrias lácteas y sus relaciones comerciales con los ganaderos. Ayer mismo anunciaron la apertura de un expediente sancionador contra nueve compañías transformadoras por presuntas prácticas restrictivas. Estas consistirían en intercambios de información y acuerdos para el reparto del mercado de aprovisionamiento de leche cruda, donde habría también fijación de condiciones comerciales. Un escenario en el que los ganaderos se encontrarían con que todas las industrias pagan la materia prima a idéntica cantidad o con ligerísimas variaciones. Esa es la hipótesis de partida que maneja la Comisión Nacional de la Competencia (CNC), que hizo público ayer un expediente -cuya apertura no prejuzga el resultado final- que afecta a Lactalis Iberia S.A., Corporación Alimentaria Peñasanta S.A, Danone S.A, Puleva Food S.L., Grupo Leche Pascual S.A, Nestlé España S.A, la Cooperativa Agrícola y Ganadera del Pirineo SCCL, el Gremio de Industrias Lácteas de Cataluña y la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia.

En el expediente, la CNC justifica su apertura en las numerosas denuncias y quejas recibidas y en noticias aparecidas en la prensa. Desde hace ya muchos años, los propios ganaderos gallegos han denunciado la imposibilidad que tienen para cambiar de cliente (industria) por presuntos repartos de mercado acordados y por la ausencia total de oferta en los precios que cobraría. Casi todos los ganaderos percibirán a finales de este mes la leche entregada en junio y lo harán, en su mayoría, a un precio medio de 0,285 euros el litro.

Fuentes de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) mostraron ayer su confianza en que el proceso abierto quede en una mera investigación sin sanciones, «porque no hay ninguna conducta que pueda probarse sobre reparto de cuotas de mercado y pactos de precios». La patronal de las industrias recuerda que la apertura de una investigación no significa que vayan a ser penalizados. La CNC tiene ahora un plazo de 18 meses para instruir el expediente y resolver. La noticia desató ayer las primeras reacciones en Galicia.

Javier Iglesias, portavoz de ganadería de Unións Agrarias, recuerda que «este expediente tiene su origen en una denuncia que se presentó en febrero del año 2011» y lamenta que haya tenido efecto un año y medio después. «Si se hubiera actuado antes, a lo mejor los ganaderos gallegos no llevaban meses y meses cobrando dos céntimos menos que en el resto de las comunidades, un diferencial creado y totalmente artificial», denunciaba ayer.

El sector productor de la comunidad confía en que cuanto antes pueda generalizarse la figura del contrato homologado y que las organizaciones de ganaderos tengan capacidad para negociar precios con las industrias con una mayor posición de fuerza.

cada cierto tiempo se oyen las voces de los ganaderos, que advierten con insistencia de la inviabilidad de sus explotaciones de leche. A cámara lenta, el sector lleva tiempo desangrándose. La subida del pienso, del gasoil y los bajos precios en origen -este mes sufren la cuarta bajada del año, hasta los 0,28 céntimos por litro- dan la puntilla a una actividad donde apenas quedan granjas desprofesionalizadas y familiares, sino ganaderos que hicieron un enorme esfuerzo inversor en modernizarse. Tampoco el poder público ha sido capaz de emprender en las dos últimas décadas una estrategia que resuelva uno de los grandes males que acechan a las ganaderías: mejorar la base territorial de las explotaciones. Un paso que les hubiera ahorrado a los productores mucho dinero en alimentación de la cabaña.

Endeudadas para ganar competitividad, con unos costes de producción disparados y con un precio de la materia prima oscilando casi siempre a la baja, explotaciones con más de cien y doscientas cabezas de ganado hacen piruetas cada mes para cuadrar las cuentas. El resultado es una crisis estructural de un sector del que dependen 35.000 puestos de trabajo directos y que arrastra a toda la economía rural. Las empresas de maquinaria no venden, las de servicios agrarios pierden clientes y los proveedores de piensos ven cómo se han triplicado sus plazos de cobro.

La situación ha llegado a tal extremo que las tres organizaciones con representación en el campo (Unións Agrarias, Xóvenes Agricultores y el Sindicato Labrego Galego) han emprendido una campaña para sensibilizar a la ciudadanía. Y que cuenta con el apoyo de los regidores de distintas comarcas productoras de leche, que ven cómo las economías de sus zonas agonizan. Mientras, sus ganaderos siguen entregando su leche cada mes sin saber a qué precio la cobrarán el siguiente.

Nestlé, Puleva, Danone, Pascual, Central Lechera y Lactalis, entre las investigadas