Europa ejecuta el veto al crudo iraní entre dudas de si conseguirá más suministro

madrid / efe

ECONOMÍA

El desarrollo de los acontecimientos en el golfo pérsico marcará el futuro de los precios

02 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Europa ha restado importancia al impacto que tendría en el suministro de petróleo al Viejo Continente el embargo sobre el crudo iraní que ayer entró en vigor, aunque el desarrollo de los acontecimientos en el golfo pérsico marcará el futuro de los precios y del abastecimiento del oro negro. El optimismo de los socios comunitarios se sustenta en que se habían dado un plazo de seis meses para disminuir sus importaciones del país asiático y buscar alternativas ante los recelos que ha despertado el programa nuclear iraní entre las autoridades europeas y estadounidenses.

De hecho, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, confirmó la semana pasada que España ya no importa crudo del país persa, en aplicación de esta reducción.

La decisión de Arabia Saudí de bombear crudo a niveles récord de alrededor de 10 millones de barriles al día (mbd) ha ayudado a aliviar las consecuencias de esta «ley seca», al tiempo que ha provocado, junto a la incertidumbre económica mundial, una bajada del 29 % en las cotizaciones del petróleo esta primavera.

Carrera alcista

Antes de que Arabia Saudí tomara esa medida, el endurecimiento de las sanciones a Irán llevó al precio del petróleo a una carrera alcista hasta marzo, cuando se colocó en 130 dólares el barril. Por ello, el mercado del crudo seguirá de cerca la escalada de la tensión entre los Gobiernos de Irán y de EE.?UU., que, a la postre, podría amenazar al transporte de crudo.

La agencia Moody?s advirtió en mayo de que el petróleo podría subir si el conflicto diplomático que sostienen Teherán y Washington a cuenta del programa nuclear persa llega al terreno militar e Irán bloquea el estrecho de Ormuz, punto por el que sale del pérsico cerca del 20 % del crudo consumido en el mundo. Y las autoridades iraníes no lo descartan.

Moody's suavizó la gravedad del problema, dado que en mayo ya apuntaba que la producción de petróleo libio estaba volviendo a funcionar «más rápido de lo previsto».