Las auxiliares prescindirán de personal tras botar un barco y acabar dos
27 jun 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Hace 22 meses que los trabajadores del naval ferrolano salieron por primera vez a las puertas de los astilleros para advertir de la dura crisis que se avecinaba si no se lograban nuevos encargos. Pese a los últimos anuncios por parte de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) de que estudiará la posibilidad de encargar el dique flotante que demandan las plantillas de Navantia, y del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, de que México podría contratar dos buques quimiqueros, las obras siguen sin llegar y cientos de empleos corren peligro de destrucción.
En concreto, entre medio millar y 600 trabajadores están abocados a engrosar las listas del paro en mes y medio. Es el plazo en el que va a celebrarse la botadura del segundo megabuque que se fabrica en la ría ferrolana para la Armada australiana y la entrega del primero, que partirá a su país a bordo de una plataforma especial. También está previsto que, a lo largo del verano, se entregue la fragata F-105 a la Armada. «Está claro que en un solo buque a flote no cabemos todos los que estamos trabajando hoy», advirtió Ignacio Naveiras, portavoz de Navantia Ferrol, minutos antes de que se iniciase una nueva movilización en la calle para pedir trabajo. Además, aseguró que las obras de Pemex «forman parte do discurso mediático da Xunta».
Los 4.000 operarios que participaron en la movilización de ayer marcharon desde Ferrol y Fene y se unieron en As Pías, donde cortaron el tráfico.
El portavoz del BNG, Guillerme Vázquez, volvió a reclamar ayer el dique flotante y la supresión del veto para Navantia.