Galicia confía en recibir 600 millones del nuevo fondo pesquero

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

JULIEN WARNAND / Efe

Dará la batalla para que se mantengan las ayudas al desguace de barcos

15 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La pesca europea seguirá beneficiándose de ayudas estructurales durante los próximos siete años. El Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), heredero del actual Fondo Europeo de la Pesca (FEP), tendrá una dotación parecida al que ahora está vigente: en torno a los 6.500 millones de euros, según la propuesta de la Comisión. Y Galicia confía en seguir disponiendo de unos 600 millones de euros (de los 1.800 que le corresponderían a España) para desarrollar proyectos en materia de pesca, en línea con lo concedido en el período 2007-2013.

Ahora bien, la cantidad, aunque importante, no es la mayor preocupación del Gobierno gallego, más inquieto por los criterios de reparto entre Estados y por las líneas susceptibles de recibir ayudas. Y es que Galicia no renuncia a que parte de esos fondos públicos puedan dedicarse a financiar paralizaciones definitivas de la flota -esto es, a desguazar barcos- y modernización de embarcaciones para mejorar la seguridad y la calidad de vida a bordo. «Tanto Galicia como o resto das comunidades e o Estado español defenden que se poidan beneficiar de axudas aqueles que por escaseza de cotas e falta de rendibilidade queiran abandonar a actividade», expuso la conselleira de Mar, Rosa Quintana, al término del Consejo de Ministros de Pesca que se celebró ayer en Bruselas. Junto a la línea del desguace, Quintana también cree que deben refinanciarse programas como el dedicado a desarrollar estudios científicos y las recopilaciones de datos estadísticos, cuestiones básicas en un momento en el que la Comisión pretende aplicar recortes de cuotas en aquellas pesquerías de las que no haya suficiente información y aplicar el criterio del rendimiento máximo sostenible (RMS) antes del 2015. Quintana, como el ministro de Agricultura, Arias Cañete, sostienen que la meta debe aplazarse hasta el 2020, «sobre todo, cando se trata de pesquerías multiespecíficas como a de Gran Sol». Afortunadamente, son muchos los países que se alían con las tesis de España. Tantos, que la Comisión dejó abierta la posibilidad de marcar otro límite temporal.