Bruselas condiciona el respiro en el déficit al saneamiento de la banca

daniel basteiro BRUSELAS / SERVICIO ESPECIAL

ECONOMÍA

Los líderes de la UE se reunirán el día 23 para impulsar el crecimiento

09 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La puerta está abierta, pero España tiene que cruzarla sin la pesada losa del sistema financiero. La Comisión Europea reafirmó ayer su intención de flexibilizar las exigencias en cuanto a los recortes del déficit siempre que España impulse definitivamente las reformas que tiene pendientes. Y, lo más importante, que las acabe. El responsable de Economía, Olli Rehn, pidió ayer a Mariano Rajoy que aborde «los retos presupuestarios y financieros inmediatos, especialmente los problemas en el sector de las cajas de ahorros y en el gasto de los Gobiernos regionales» para aportar confianza a los mercados y a sus socios europeos.

Sobre la mesa ha irrumpido Bankia, pero están también Novagalicia y otras entidades que esperan una solución por parte del Gobierno y el Banco de España. El comisario de Competencia, Joaquín Almunia, también pidió ayer premura al Gobierno al ser preguntado por Bankia. Con las reglas en vigor, toda ayuda pública a un banco debe venir acompañada de «un plan de reestructuración» que tendrá que aprobar el Ejecutivo comunitario. Solo si Bruselas constata «la viabilidad del modelo de negocio, el reparto adecuado de las cargas y los esfuerzos y la eliminación de las posibles distorsiones de competencia» se dará luz verde a la ayuda, que podría alcanzar los 10.000 millones de euros. Almunia, que asegura esperar noticias de manera oficial, y no a través de filtraciones, se mostró dispuesto a «tomar decisiones definitivas» en «los plazos de tiempo más cortos posibles».

En Bruselas, donde altos funcionarios sugirieron incluso que se recurra al fondo de rescate europeo para sanear los activos financieros, se considera que de nada sirve relajar las políticas de austeridad si el sistema financiero sigue enfermo o si no se pone coto al gasto de las comunidades autónomas. Por ese motivo, Rehn endureció ayer el tono. No descartó dar más plazo a España para cumplir con sus objetivos de déficit, pero aseguró que el margen no es elevado, por lo que no debe descuidarse.

La situación de España y la estrategia de austeridad será uno de los temas que se tratarán en la nueva cumbre de la Unión Europea que ayer convocó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Tendrá lugar el 23 de mayo y será la primera en la que participe el nuevo presidente francés, François Hollande.

Debut de Hollande

En la cita, Hollande deberá convencer a sus socios, en especial a la canciller alemana, para que apuesten por la inversión pública para reactivar el crecimiento. Además, se espera que plantee la renegociación del tratado de austeridad que abanderó junto a Angela Merkel su antecesor, Nicolas Sarkozy. Ayer, como parte de su contribución a la cumbre, la Comisión propuso reforzar el capital del Banco Europeo de Inversiones con 10.000 millones de euros más. Según Bruselas, es desde Europa desde donde se puede reactivar el crecimiento apostando por nuevas infraestructuras, interconexiones energéticas y la I+D, entre otros capítulos.