Fomento negocia con Citroën su entrada en la autopista del mar

Soledad Antón García
Soledad antón VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

M. MORALEJO

Pretende que Gefco, su filial logística, se incorpore a la concesionaria

01 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Ministerio de Fomento está negociando la entrada del grupo PSA Peugeot Citroën en la concesionaria de la autopista del mar de Vigo. Lo hace, según explicó ayer la ministra Ana Pastor durante una visita a la Autoridad Portuaria, a través de Gefco, la filial logística de la empresa. Vino a confirmar Pastor lo que ya se sabía, que si la factoría viguesa no se suma al proyecto, su futuro seguirá siendo incierto: «Si no tenemos incorporada plenamente toda la mercancía que sale de aquí, ese proyecto se complica», aseguró. Avanzó también que las próximas citas del calendario negociador serán mañana en Madrid, con los responsables de Gefco, y el próximo día 25 en la factoría de Balaídos. Buena muestra del compromiso que la ministra exhibe con la iniciativa es que tiene previsto acudir a dicha reunión.

Ana Pastor ofreció ayer la información durante la visita que realizó al puerto olívico donde, acompañada entre otros por José Llorca, presidente de Puertos del Estado, comprobó los trabajos de ampliación y mejora de la operatividad de los muelles comerciales. Las obras, presupuestadas en 50 millones de euros, de los que 20 millones se han incluido en los Presupuestos Generales de este año, tienen como objetivo hacer frente a las previsiones de incremento del tráfico de mercancía general, de contenedores y de cruceros.

La primera de España

La autopista del mar, que tendría que unir Vigo con los puertos franceses de Saint Nazaire y El Havre, fue en el 2008 la primera de España en nacer sobre el papel (un lustro antes lo había hecho como idea). Cuatro años más tarde sigue sin materializarse, mientras contempla como sí lo ha hecho la de Gijón, proyectada con posterioridad. Curiosamente, Suardíaz, la compañía naviera que se encargó durante años del transporte de Citroën desde Vigo, y que perdió la concesión de esta parte de la logística de la multinacional gala en favor de Trasmediterránea, se integró en la autopista del mar de Gijón.

Han sido numerosos los anuncios de la inminente entrada en funcionamiento de la infraestructura viguesa, tantos como los posteriores desmentidos. Las previsiones contemplan la realización de cuatro viajes de ida y otros tantos de vuelta a la semana. También se perfilaron los tráficos con los que empezaría la ruta: granito, madera... Y, sobre todo, automóviles.

Las recientes ayudas del programa Marco Polo abrieron nuevas posibilidades, en este caso pensando en combustibles, escenario que se considera perfecto al existir en Saint Nazaire una planta de gas. Pero el segundo puerto de España en tráfico de vehículos nuevos sigue esperando.

Estaba igualmente perfilada la zona a la que cada una de las dos autopistas prestaría servicio: la viguesa se nutriría de mercancía de Galicia, el norte de Portugal y Castilla y León, y la asturiana captaría sus tráficos en la cornisa cantábrica. Los sucesivos retrasos de Vigo llevaron a la comunidad castellano-leonesa a crear grupos de trabajo con la asturiana.

El objetivo de las autopistas del mar es descongestionar de tráfico pesado en las carreteras y, de paso, reducir la contaminación. La entrada en funcionamiento de la de Vigo disminuiría en 50.000 las toneladas de CO2 vertidas a la atmósfera.

«Si no tenemos incorporada toda la mercancía que sale, el proyecto se complica»

Ana Pastor