Axel Kicillof: la figura clave de la expropiación

Ana Iglesias Lago
Ana Iglesias LA VOZ

ECONOMÍA

Leo La Valle

El viceministro de economía argentino se ha convertido en el hombre de confianza de la presidenta y en la cabeza pensante de todo el proceso de expropiación

17 abr 2012 . Actualizado a las 22:20 h.

Figura clave en el paso de la petrolera española YPF al control del Estado argentino. Influyente. Ex militante estudiantil, asesor de Jorge Capitanich durante el menenismo y flamante cuadro de La Cámpora, Axel Kicillof, es uno de los hombres clave en la estrategia económica argentina, ya que interviene en los temas centrales de la macroeconomía. El viceministro de Economía cautivó a la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner con su audacia. Sus ideas radicales se muestran detrás de la captura de las reservas para el Tesoro o el inminente control de YPF.

Axel Kicillof saltó a la fama cuando el Estado lo propuso como director de Techint, apareció como el nuevo chico de oro del kirchnerismo y hasta se le aventuraba un destino ministerial. A primera vista lo tiene todo para triunfar. Joven, militante progresista y universitario brillante. El ADN que trazó Cristina Fernández de Kirchner para tipificar el perfil de dirigente que imagina para renovar su gestión en un eventual segundo mandato.

«A Cristina la tengo hipnotizada». Así lo reconocía Axel Kiciloff ante sus amigos durante una reunión de exalumnos del colegio Nacional de Buenos Aires, donde había estudiado, una vez que le preguntaron por su jefa, tal y como apunta el diario Clarín.

Después de hacer esas declaraciones, muchos habrían pensado que alardeaba de su reputación de rompecorazones, pero sus amigos más cercanos sabían que este economista de 40 años jamás insinuaría tal cosa si no tuviese la certeza de que era así. Y el hechizo que dice ejercer se refiere a la admiración que siente hacia la presidenta de Argentina, por sus dotes intelectuales y por la audacia de sus planteamientos. Este joven con aspecto de niño que no ha roto un plato fue quien la indujo a pensar en la expropiación de YPF, como solución a la crisis energética que sufre el país. En la Casa Rosada también le atribuyen la autoría del «Proyecto de Utilidad Pública», el documento expropiatorio que circuló hace pocos días en los parlamentos oficialistas y que puso en pie de guerra al Gobierno español y a la Unión Europea.

Las esperadas amenazas provenientes de Europa forzaron a Cristina a replantearse la estrategia de ir a por todo lo que había adoptado. Pero si alguien pensó que Kicillof caería en desgracia por no haber previsto las consecuencias que traería el plan de arrodillar a los socios españoles de YPF, se equivocaba. Kirchner nunca falla a las personas que ganan su afecto. Un funcionario de su administración afirmaba que «lo más probable es que Axel siga visitando el despacho presidencial cuando se le antoje y ella lo dejará todo para escuchar sus propuestas». Kicillof también tiene acceso a la botonera de la macroeconomía. Fuentes del Gobierno lo señalan como el ideólogo de la reforma que permite al Banco Central prestarle más recursos al Tesoro. El afecto entre el viceministro y la presidenta son mutuos.

En el Ministerio de Economía no salen de su asombro. «Nunca habíamos visto algo así», declaraba un funcionario. Tres o cuatro veces a la semana, Axel Kicillof cruza a la Casa Rosada o pasa el chófer para llevarlo a Olivos. En el Banco Central se sorprenden al comprobar cómo el viceministro de economía argentino es consultado por «la señora» más de una vez al día. La seguridad en sí mismo ha sido uno de los puntos clave para «camelar» a la presidenta. Los detractores de Kicillof lo consideran soberbia, pero otros reconocen que las críticas le llegan por «envidia». Su último objetivo tiene nombre propio: YPF. En el directorio admiten que se metió hasta el fondo en el sector energético, aprendió rápido y no parará hasta conseguirlo.