PSA Peugeot Citroën y Opel preparan el cierre de cinco fábricas en Europa

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La plantas afectadas en España, Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido suman 17.500 empleos

08 abr 2012 . Actualizado a las 18:01 h.

Corren tiempos de cambio en la industria europea del automóvil. Las ventas de coches no se recuperan (cayeron otro 9 % en marzo), las fábricas trabajan a un 70 % de su capacidad, los costes de producción se disparan y las pérdidas afloran en los balances de Opel, filial europea de General Motors (GM), PSA Peugeot Citroën, Renault o Fiat.

Una vez demostrado que los recortes de plantilla y los planes de ajuste no atajan el problema, el sector habla ya sin tapujos de reestructuración y reducción de la capacidad instalada, es decir, de cierres de fábricas. «Ha llegado el momento de que se produzca un doloroso adelgazamiento del sector del automóvil en Europa para poder ser más competitivos frente al mercado asiático», afirmó en el reciente Salón de Ginebra Sergio Marchionne, presidente de Fiat y de la Asociación de Constructores Europeos (ACEA).

La lista de las primeras víctimas ya está sobre la mesa de PSA Peugeot Citroën y GM. Ambos grupos cerraron el pasado mes de febrero una alianza para revertir pérdidas con la producción conjunta en Europa. Juntos suman 21 plantas (11 la compañía francesa y 10 los norteamericanos). Si antes del acuerdo la espada de Damocles ya oscilaba sobre cinco plantas (tres de PSA y dos de GM), ahora el cierre ya es más que una amenaza para los centros de producción de PSA en Madrid, Aulnay (Francia) y Sevelnord (Italia) y los de Opel en Bochum (Alemania) y Ellesmere Port (en el Reino Unido). Juntas suman 17.500 empleos.

¿Por qué estas fábricas y no otras? Los números están hechos desde hace tiempo y los cierres están calculados para los años 2014 y 2015. Eso explica que PSA haya decidido no asignar ningún nuevo modelo a la factoría de Madrid Villaverde, en la que trabajan 2.500 empleados. Esta planta, inmersa en un expediente de regulación de empleo de 80 días para el presente año, dejará de fabricar el que viene el Peugeot 207, con lo que, a partir de ese momento, se quedarán sin carga de trabajo.

La misma suerte le espera a la fábrica francesa de Aulnay, (4.000 empleos), cuya producción será absorbida por Poissy, también en Francia; y al centro de producción del grupo galo en Italia, Sevelnord (5.000 trabajadores), que trabaja en alianza con Fiat, y cuyo cierre está programado para un poco más tarde, en el 2017, fecha en la que finaliza la sociedad contraída con los italianos.

En la misma línea, la factoría de Opel en Bochum celebra sus 50 años en la mayor de las incertidumbres. La más antigua de las plantas de la marca automovilística alemana está pendiente de un posible cierre a causa de la bajada de las ventas en Europa y de lo que acabe decidiendo en último caso su casa matriz, la estadounidense General Motors. El consejo de la firma, reunido la pasada semana, aseguró que el cierre, que dejaría en la calle a 3.000 trabajadores (en los ochenta llegó a emplear a 16.000), no será antes del 2014.

La otra fábrica de GM sobre la que también pesa la amenaza de cierre es la de Ellesmere Port, situada en el noroeste de Inglaterra, con más de 3.000 empleados.

«Llegó el momento de un doloroso adelgazamiento de la automoción en Europa»

Sergio Marchionni