El precio de la gasolina marca otro récord a las puertas de la Semana Santa

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El aumento de la demanda durante las vacaciones podría encarecerla aún más

01 abr 2012 . Actualizado a las 06:57 h.

El precio de la gasolina de 95 octanos, el carburante más demandado en Galicia, sigue sin dar tregua a los consumidores. A las puertas de las vacaciones de Semana Santa, en la que se prevén millones de desplazamientos, el litro de este combustible ha vuelto a marcar un nuevo récord. Gran parte de las estaciones de servicio gallegas lo vendían ayer a 1,50 euros, un máximo histórico, un céntimo por encima que hace justo una semana.

Quienes tengan un vehículo diésel, en cambio, han tenido estos días un leve respiro. El gasoil ha bajado entre uno y dos céntimos en muchos puntos de Galicia, y se comercializa en las estaciones de servicio a 1,38 euros, por debajo del máximo marcado la semana pasada.

A la espera de lo que ocurra en los próximos días, en los que podrían darse nuevas subidas ante el crecimiento de la demanda, sobre todo el miércoles y el jueves, los carburantes siguen en niveles altísimos con la crisis económica en su fase más intensa.

Sueldos y paro

La bajada de sueldos y el desempleo han deteriorado la capacidad de consumo de los hogares. Por ejemplo: para llenar el depósito de un vehículo medio con una capacidad de 55 litros, se necesitaban a comienzos del 2011 casi 70 euros. A día de hoy precisaría 82,5, lo que supone un 17,5 % más.

«Espiral inflacionista»

Esto ha tenido una especial repercusión en el consumo, sobre todo el vinculado al ocio. «Las gasolineras vendemos cada vez menos como consecuencia de esta espiral inflacionista; el margen lo ganamos sobre el litro, no sobre el valor de venta, y con estos precios es imposible que repunte el consumo», precisan desde la Confederación Española de Estaciones de Servicio.

A corto plazo, la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) prevé que los precios sigan altos como consecuencia de la depreciación del euro frente al dólar, las tensiones en Irán y las subidas de impuestos. Es decir, que las familias deberán afrontar precios muy altos los próximos meses.

Esto tiene un impacto especial en Galicia, donde los sueldos son, de media, un 15 % más bajos que la media y donde los carburantes, en cambio, están entre dos y tres céntimos más caros por el céntimo sanitario. Los gallegos tienen además otro problema: la ausencia de competencia de precios como consecuencia de la escasa oferta de surtidores en manos de hipermercados, donde se suelen vender las gasolinas hasta cuatro céntimos más baratas por litro.