Bruselas asegura que el acuerdo sobre el «tax lease» ya está «encarrilado»

daniel basteiro BRUSELAS / SERVICIO ESPECIAL

ECONOMÍA

«Estamos ya trabajando en la letra pequeña», confirmó ayer un alto funcionario del Ejecutivo comunitario

28 mar 2012 . Actualizado a las 12:47 h.

Ocho meses después de que el sector naval entrase en la parálisis, la Comisión Europea cree, por primera vez, que ya «está encarrilado» un acuerdo que permitiría a los astilleros retomar su actividad. «Estamos ya trabajando en la letra pequeña», confirmó ayer un alto funcionario del Ejecutivo comunitario. Las negociaciones entre Bruselas y el Gobierno toman como referencia «el modelo francés, que fue aprobado por la Comisión en el 2006 después de muchos esfuerzos», según las mismas fuentes.

El relanzamiento en las negociaciones se produce tras el rechazo a la última propuesta del Gobierno de Mariano Rajoy, que planteó un modelo de tax lease -una fórmula de financiación de la construcción de buques con un ventajoso tratamiento fiscal- que garantizaba una alta rentabilidad al sector, de hasta el 21 %, según informó La Voz principios de mes. La bonificación fiscal «no es tanta como la del modelo español», según la Comisión, que asegura haber convencido al Gobierno para que haga una propuesta menos ambiciosa.

Los astilleros españoles son los únicos que en estos momentos no cuentan con un régimen fiscal que incentive la contratación de grandes buques. Desde que Bruselas bloqueó en junio el sistema en vigor desde el 2001, el naval gallego no ha logrado ningún contrato de este tipo. La Comisión es la máxima autoridad en la UE en cuanto a bonificaciones fiscales y está obligada a investigar toda queja recibida sobre ayudas de Estado que distorsionen la libre competencia. Holanda, que presentó una contra el modelo español, ha sido, junto a Francia, la gran beneficiada del parón del sector.

Bruselas, sin embargo, rechaza cualquier ataque advirtiendo de que «hace un año» que informó por primera vez al Gobierno de que el tax lease estaba bajo sospecha. «Al principio no parecía que nos expresásemos en el mismo idioma y después no hubo tiempo por el período electoral», lamentan en la Comisión. Para el departamento de Competencia, que dirige el español Joaquín Almunia, el modelo francés sigue siendo la base del acuerdo. Ahora solo quedan dos incógnitas: el margen de rentabilidad y la fecha concreta en la que los astilleros gallegos, de los más competitivos de Europa, podrán retomar la producción. Según la Comisión, ambas «dependen del Gobierno» y de la celeridad en la presentación de un esquema compatible con las leyes europeas