Ocho de cada diez españoles pasan más horas en el trabajo a causa de la crisis

redacción / la voz

ECONOMÍA

De ese 85 % que alargan su jornada en la empresa, seis de cada diez explican que lo hacen por temor a quedarse sin trabajo

27 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El llamado presentismo laboral, que no es otra cosa que la presencia de los trabajadores en sus puestos más allá del su horario habitual, ha aumentado en España en 40 puntos porcentuales en los dos últimos años (desde el 45 % del 2010 al 85 % del 2012) debido a la crisis económica y el miedo a perder el empleo. La cifra la desvela una encuesta de la empresa de recursos humanos Randstad, que especifica que en la actualidad, ocho de cada diez trabajadores pasan más tiempo de lo normal en su puesto.

De ese 85 % que alargan su jornada en la empresa, seis de cada diez explican que lo hacen por temor a quedarse sin trabajo y un 24 % se ven obligados a ello porque la crisis ha traído aparejada una reducción de plantilla en sus compañías.

El perfil del profesional abocado a esta situación sigue siendo, en todo caso, el mismo que antes de que estallara la crisis: un varón, menor de 25 años y con estudios básicos. El motivo, subraya Randstad, está claro: es el estrato sociológico que más está sufriendo el desempleo. Las cifras de paro juvenil llegan en España al 46,4 % y son este tipo de trabajadores los que más miedo tienen a perder su puesto de trabajo.

Absentismo a la baja

Otra de las consecuencias directas de la crisis económica es la reducción del absentismo laboral. A partir del análisis de los datos de la Seguridad Social, el informe de Randstad concluye que en el 2010 se registraron 24 bajas por cada mil trabajadores, frente a las 29,9 del 2007. Además, durante el segundo trimestre del año pasado se contabilizaron de media por profesional 0,2 horas de absentismo no justificado, cuando en el 2007 fueron 0,5.

La empresa de recursos humanos subraya también que mientras que en países como Alemania, Francia o Bélgica, el horario laboral concluye entre las cinco y las seis de la tarde, en España se alarga hasta las siete. Ahora, eso sí mientras que en la mayoría de Europa el tiempo destinado a comer suele ser de media hora, en nuestro país llega incluso a las dos horas.