La banca incluyó cláusulas en sus preferentes para poder venderlas a clientes inexpertos

r. s. redacción / la voz

ECONOMÍA

El Congreso tumba una propuesta de la izquierda para que los afectados puedan recuperar sus fondos

15 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Varios bancos y antiguas cajas de ahorros incluyeron en los contratos de sus participaciones preferentes una cláusula en la que el cliente aseguraba no haber informado personalmente a la entidad de su conocimiento sobre productos complejos como estos, los que hoy están siendo denunciados de forma masiva al darse cuenta los usuarios de que se trata de deuda a perpetuidad. No había así un test previo que indicara si el cliente cumplía con el perfil adecuado. «Debido a la falta de información suministrada para la evaluación de la conveniencia, reconozco y acepto la imposibilidad de que la entidad pueda determinar si el servicio, operación o producto de inversión es adecuado para mí según mis conocimientos y experiencia», se lee en algunos de esos documentos, aportados ayer por el bufete Concheiro & Seoane, que está asesorando a varios afectados.

«Eso demuestra que algunas entidades no pasaron los test de idoneidad a sus clientes, y eso es un engaño, y esa cláusula puede ser nula», apuntaba Jaime Concheiro. El abogado recordaba que los afectados pueden acudir a la vía judicial, o aceptar las condiciones de canje del producto, aunque en ocasiones se hace con pérdida para el cliente (caso de Ibercaja) o con intercambio por acciones (Popular, BBVA, Santander, La Caixa o Bankia lo están haciendo), lo que puede conllevar pérdidas futuras.

Ayer mismo, el intervenido Banco de Valencia anunció que no pagará intereses por sus preferentes, al estar en quiebra técnica. Antes ya lo había hecho Unnim, hoy vendida al BBVA.

El problema de las preferentes entró ayer en el Congreso, pero salió sin solución. En la Comisión de Economía el PP tumbó una propuesta del PSOE -que incorporaba enmiendas del BNG- para resarcir a los clientes afectados y permitir que pudieran recuperar todo lo invertido en esos productos. También se exigía responsabilidad a la CNMV y al Banco de España. El Grupo Popular justificó su negativa a apoyar la propuesta porque era «inconcreta».