Rajoy le echa un pulso a Bruselas

daniel basteiro BRUSELAS / SERVICIO ESPECIAL

ECONOMÍA

Anuncia por su cuenta un nuevo objetivo de déficit del 5,8% y se arriesga a un revés europeo

03 mar 2012 . Actualizado a las 13:00 h.

Mariano Rajoy hizo ayer su primer gran envite europeo. Tras la cumbre de dos días que los líderes de la Unión Europea celebraron en Bruselas, el presidente del Gobierno anunció que el déficit para el 2012 será del 5,8 % del PIB y no del 4,4 % comprometido por España. En la práctica supone dejar en papel mojado el compromiso adquirido con la Unión Europea y aplazar al año que viene un recorte de una magnitud similar a la del anunciado en diciembre, que subió el IRPF, y al que habrá que hacer ahora. Rajoy realizó su anuncio en una sala de prensa atestada de periodistas españoles y, en esta ocasión, también de medios internacionales. Ante ellos reconoció que ni se le había pasado por la cabeza comentarla con sus socios, con los que había estado reunido hasta media hora antes. «No se la he contado a los presidentes y jefes de Estado ni tengo por qué hacerlo», aseguró. «Es una decisión soberana que toman los españoles y que la han conocido ustedes en estos momentos. Y a la Comisión se la contaré en el mes de abril», remató, pese a que Bruselas ha pedido en las últimas semanas con asiduidad datos sobre el déficit español.

Sorpresa

El anuncio sorprendió a la prensa internacional, que comenzó a contar los minutos transcurridos desde el momento en el que Rajoy había firmado (en la misma mañana) un tratado que endurece las sanciones contra los países que incumplan el calendario de ajuste. También sorprendió a algunos funcionarios europeos, que criticaron «las formas» y el tono desafiante de Rajoy. «El compromiso del déficit lo hacen los Estados y no depende de Gobiernos de distinto signo», recordaron, asegurando que hubiera sido más correcto presentar toda la información antes de pedir que se flexibilicen las exigencias.

«Cumple con la normativa»

Rajoy aseguró que la nueva cifra «cumple con la normativa», y afirmó que hay que esperar a que en mayo la Comisión Europea emita su dictamen y los Gobiernos tomen en junio una decisión sobre si dar por buenas las intenciones del Ejecutivo español.

La pregunta flotaba ayer en toda conversación sobre el anuncio. ¿Ganará Rajoy su apuesta o aplastará Bruselas un posible farol? La respuesta depende de si Rajoy tiene alguna carta escondida, especialmente la del apoyo de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Su influencia es determinante, ya que son los Gobiernos los que deciden tras escuchar a la Comisión.

La batalla durará hasta junio, pero del asalto de ayer no parece que Rajoy haya salido victorioso. «No tiene sentido hablar ahora de flexibilizar el déficit [...] de nada sirve empezar diciendo que los objetivos de reducción no valen o que se apliquen solo a algunos Estados», dijo Merkel, para quien «hay que cumplir lo que está previsto».

Las declaraciones de la mandataria alemana son todo un recordatorio de la amenaza de multa a cinco pequeños países realizada el pasado mes de diciembre por incumplir el calendario de reducción del déficit. Bélgica, Polonia, Malta y Chipre pusieron rápidamente en marcha un nuevo recorte, mientras que a Hungría le fueron suspendidos fondos europeos por valor del 0,5 % de su PIB.

Cuestión de confianza

«Es necesario que mantengamos los objetivos presupuestarios. Si no lo hacemos de forma coherente, seremos castigados por los mercados. Y lo que creemos que estamos ganando relajando la política presupuestaria, lo acabaremos perdiendo por un aumento de los tipos de interés», advirtió, por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

«Es una decisión soberana que toman los españoles y a la Comisión se la contaré en abril»

«No se lo he contado [el tope de déficit] a los presidentes ni tengo por qué hacerlo»

Mariano Rajoy