EE. UU. necesitaría para el 2014 la base gallega para sus aviones espía

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

El proyecto suma a los cuatro kilómetros de pista de Trasmiras, un segundo aeródromo de apoyo en Lugo

21 feb 2012 . Actualizado a las 09:36 h.

Chicago, próximo mes de mayo. Esa es la cita clave para conocer las posibilidades reales que tiene Galicia de alojar la mayor base de EE. UU. en Europa para la experimentación de aviones no tripulados, que deberá estar operativa en el 2014.

Fuentes del Ejército del Aire se remiten a esa cumbre de ministros de Defensa de la OTAN para que se aclare el futuro de Sigonella (Italia), la actual base estadounidense para el ensayo de este tipo de aparatos, cuyos problemas de operatividad han obligado a la inteligencia militar americana a plantearse la necesidad de buscar un emplazamiento alternativo, cuyas coordenadas confluyen en el municipio ourensano de Trasmiras, según confirman las mismas fuentes.

El carácter clasificado de la operación apenas permite que trasciendan detalles de la alternativa gallega a Sigonella, a pesar de que cuenta con el apoyo clave del constructor aeronáutico Northrop Grumman. Fuentes del Ejército del Aire conocedoras de las conversaciones mantenidas a principios de este mes entre el el secretario de Defensa estadounidense, Leon Panetta, y el ministro español Pedro Morenés avanzan algunas características del proyecto, como, por ejemplo, que los cuatro kilómetros de pista previstos en Trasmiras tendrán un segundo aeródromo de apoyo en Lugo, en donde además está previsto un centro de formación de pilotos.

El cuestionamiento de Sigonella contrasta con la reciente aprobación, por parte de la OTAN, de un programa que destina 5 aviones espía a la base italiana, y una inversión valorada en 3 millones de euros, dentro del programa AGS de sistema de vigilancia terrestre que la organización internacional quiere poner en marcha entre el 2015 y el 2017.

Fuentes militares consultadas explican que se trata de un proyecto aprobado hace cuatro años, cuando todavía no se habían producido los accidentes que ahora cuestionan su seguridad, y que su renovación está pendiente de un acuerdo que se materializará en la próxima cumbre de ministros de Defensa de la OTAN.

El principal argumento en contra de Sigonella es la inseguridad de sus pistas para los modelos Global Hawk de Northop Grumman, además de los problemas de actividad que genera al aeropuerto de Trapani (Sicilia), a 20 kilómetros de Sigonella, ya que tiene que interrumpir sus tráficos cada vez que ensaya un avión no tripulado. Estos inconvenientes decantan a los estadounidenses hacia la alternativa gallega, completamente libre de tráfico aéreo.