La reforma financiera la obliga a conseguir 1.600 millones de provisiones y 740 de capital
17 feb 2012 . Actualizado a las 10:19 h.Novagalicia Banco ha elevado sus necesidades de solvencia a 2.340 millones de euros, para cumplir con las exigencias de saneamiento del ladrillo impuestas por el nuevo marco legal diseñado por el Gobierno. Es la fórmula ideada por el equipo del ministro De Guindos para garantizar la liquidez del sistema financiero.
En respuesta a los duros requerimientos, el banco gallego comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que sus necesidades de provisiones adicionales se elevan a 1.600 millones de euros. Según el desglose presentado por la entidad que preside José María Castellano, 395 millones corresponden a la aplicación de la provisión genérica del 7 % requerida para el crédito promotor clasificado como riesgo normal; 595 millones proceden de las necesidades adicionales de provisión para crédito dudoso o subestándar relacionado con la promoción inmobiliaria; y 610 millones se destinarán al saneamiento adicional de activos inmobiliarios en el balance.
La nueva normativa también obliga a la entidad a disponer necesariamente de un exceso sobre el capital principal mínimo en función de la exposición a suelo o promociones en curso, un requisito que Novagalicia cifra en 740 millones.
Novagalicia se aferra a su condición de única entidad intervenida inmersa en un proyecto propio, rentable y solvente para garantizar que sus requisitos de solvencia quedarán «íntegramente cubiertos» en el 2012. En su explicación a la CNMV avanza sus tres líneas de acción para seguir captando recursos. Su estrategia se basa en la generación de resultados, un plan de reducción del riesgo inmobiliario a través de la venta de inmuebles, y un plan de recapitalización y «entrada de nuevos inversores», al que, en su primera fase, ya se ha incorporado un núcleo de empresarios (70,4 millones, que pusieron 17 empresarios de la comunidad para hacerse con el 2,59 % de su capital).
La entrada se produjo en la primera ventana prevista para integrar capital privado, en la primera quincena de diciembre del 2011.
Mientras tanto, Novagalicia Banco, que tiene de plazo hasta el próximo mes de septiembre para completar el panel de inversores privados que recompren la participación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que controla el 90 %, en la entidad y evitar una salida a subasta.
La siguiente «ventana», como el banco se refiere a los períodos marcados para dar entrada a nuevos inversores, es la que corresponde a la primera quincena de marzo del 2012.
Salidas no forzadas
De forma paralela al proceso de saneamiento, Novagalicia continúa con las negociaciones para adelgazar el número de sucursales y la plantilla en toda España. En la reunión celebrada ayer, la entidad se comprometió a estudiar medidas «no forzadas» para abordar la salida del personal excedente, estimado en 750 trabajadores (entre 160 y 180 en Galicia). La propuesta del banco se basa en la aceptación de bajas de manera voluntaria, como las prejubilaciones o la suspensión temporal de contratos.
De momento, el plan de bajas puesto en marcha en Novagalicia a finales del 2011 continúa sumando adeptos ante el temor de que la medida planteada a modo de salida voluntaria de la empresa se convierta en un ERE (expediente de regulación de empleo) pero de extinción, que limite las indemnizaciones, según la recién aprobada reforma laboral. Los sindicatos consultados aseguran que el ritmo de prejubilaciones pactadas ha ido en aumento de forma significativa durante el mes en curso, hasta un total de 85 bajas, a las que se suman alrededor de 20 nuevas peticiones en el transcurso de esta semana.
Tras la fusión, Novagalicia facilitó la salida voluntaria de 1.230 empleados, prejubilados a partir de los 55 años, a través de un primer ERE que se amplió a finales del año pasado para esos 350 más hasta el nuevo plazo dado por la empresa: el 31 de marzo.
70,4 millones ?
Capital privado
Novagalicia cerró en diciembre el primer tramo de inversores privados. 17 empresarios gallegos aportaron el 2,59 %.