Los pulpeiros rechazan de plano traer a puerto las nasas a diario

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Avisan a la conselleira de que ese paso quebrará la paz social en el sector

01 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«As nasas terán que vir para terra, pero ela [la conselleira de Medio Rural] vai para o mar». Las comunicaciones por VHF entre los barcos del pulpo estaban ayer plagadas de improperios. Era el altavoz de la inquietud y el malestar que desató Rosa Quintana al sugerir que las nasas de pulpo deberán retirarse del mar diariamente, como se hacía hace unos años, y no dejarse caladas todos los días salvo en determinadas circunstancias, como que las inclemencias meteorológicas conviertan esa exigencia en un riesgo para la seguridad.

La sola mención a que tras la veda de la especie -que los barcos deberán guardar en mayo y junio- se retomaría lo que antes era norma ha puesto al sector en pie de guerra. Una guerra que, si antes se lidiaba solo en las cofradías del sur de la provincia de Pontevedra, las declaraciones de la conselleira la han extendido a toda Galicia.

Los afectados exponen que si finalmente Quintana impone el retorno diario de las nasas a puerto, se habrá roto un consenso al que se llegó en el 2005 y que, recuerdan, puso fin a los enfrentamientos casi enquistados que había, ya no solo entre sector y Administración, sino también entre los propios profesionales. La paz llegó después de que la Federación Galega de Confrarías plantease un plan de recuperación: un mes de veda, con límite diarios de capturas y cotos por zonas y anexos, a cambio de poder dejar la nasa calada en el mar siempre. Se acabó así el «traballo esclavo» de tener que estar recogiendo y estibando las nasas, sin pescar, para llevarlas a puerto, apuntan fuentes del sector.

La federación gallega sostiene que el plan de recuperación permitió recobrar la tranquilidad en una pesquería que corría el riesgo de pasar a ser secundaria; mejoró la seguridad de la flota, al no tener que exponerse a vientos de fuerza 4 cargados de nasas y, sobre todo, se recuperó un mercado que se había ido comiendo Marruecos. Además, la producción subió de forma espectacular: de 1,8 millones de kilos y 9,3 millones de euros en el 2006 se pasó a 3,4 millones de kilos y 20,4 millones de euros en el 2011. «¿Que mellor proba de que o sistema funciona», apuntan desde la federación, que también cree que es un sinsentido cambiar el decreto de artes aprobado el año pasado que establece que «as nasas do polbo poderán permanecer no seu calamento, incluso no período de descanso semanal».

Por tanto, el vicepresidente y patrón mayor de Fisterra, José Manuel Martínez Escarís, aseguró ayer que no se va a consentir ese «paso atrás».