El cuarto año de crisis se cerró en Galicia con 21.000 parados más

juan oliver REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

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El Gobierno advierte que el desempleo pone en peligro el Estado de bienestar en España

04 ene 2012 . Actualizado a las 13:14 h.

Si se cumplen los augurios de quienes advierten que el 2012 será un ejercicio aún peor para el empleo que el 2011, los trabajadores gallegos deben prepararse para un verdadero drama. Porque el año que acabamos de dejar atrás, el cuarto de esta crisis, ya ha sido una verdadera catástrofe para el mercado laboral. Según los datos del paro registrado el pasado mes de diciembre, que ayer hizo públicos el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el 2011 dejó en Galicia casi 21.000 parados más que el 2010, es decir, 57 al día, hasta elevar su número a los 258.234 (un 8,86 % más).

Además, las afiliaciones a la Seguridad Social cayeron en cerca de 31.000 personas, lo que sitúa la cifra de cotizantes en 966.895, apenas uno por cada 2,9 habitantes de la comunidad. El último mes del año, que no suele ser de los peores por las contrataciones de la campaña navideña, registró un aumento de 4.818 parados, es decir un 1,9 % más que en noviembre, lo que hace de Galicia la segunda autonomía con peores cifras.

Andalucía, Madrid y Cataluña

En el conjunto del país el incremento mensual fue mucho menor (una subida del 0,04 % con 1.897 parados más ) gracias sobre todo al buen comportamiento de tres grandes comunidades autónomas: Andalucía, que registró 13.3125 parados menos que en noviembre pasado (un -1,36 %), Madrid (4.303 menos, un -0,23 %) y Cataluña (1.425 menos, un -0,87 %).

Aun así, el cómputo interanual sigue siendo desastroso. El 2011 se cerró en España con 322.286 parados más que en el 2010, lo que significa un aumento del 7,21 %. Y las afiliaciones a la Seguridad Social han caído un 2,02 % (355.060 menos), dejando el número de cotizantes en 17.229.922. En enero del 2008 eran cerca de 19,2 millones.

El nuevo ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reconoció ayer que los datos del paro son «malos y negativos», y advirtió que ponen en peligro la viabilidad del Estado de bienestar.