Bueu se rebela contra la orden de traer las nasas a puerto a diario

espe abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La flota que faena entre cabo Silleiro y Con de Aguieira debe desembarcar las nasas cada día.
La flota que faena entre cabo Silleiro y Con de Aguieira debe desembarcar las nasas cada día. CAPOTILLO< / span>

Rechazan el plan del pulpo porque aumenta el gasto y dificulta el trabajo

04 ene 2012 . Actualizado a las 02:50 h.

Pocas novedades, pero suficientes para abrir un cisma en el sector. El plan de explotación del pulpo para el presente año ha dividido a las cofradías de Pontevedra entre partidarias y defensoras de las nuevas normas, unas reglas que obligan a las embarcaciones que disponen de pérmex para la especie a traer las nasas todos los días a puerto. ¿A todas? Pues ahí está el problema, que no se obliga a todas, sino que son solo una parte las que no pueden dejar caladas las nasas en el mar: la flota que trabaja entre el cabo Silleiro y el Con de Aguieira, en O Grove. Esto es, que ni siquiera se homogeneizan las normas dentro de la provincia de Pontevedra.

El cambio en el método de trabajo ha sentado especialmente mal en Bueu, puerto que aglutina el mayor número de barcos polbeiros de las cofradías pontevedresas (93 autorizaciones). Tan mal que «a xente está disposta a amarrar, mandar aos mariñeiros ao paro e a movilizarse», aseguraba ayer José Manuel Rosas, patrón mayor de Bueu, que no encuentra justificación -al menos no una razón técnica- para adoptar una medida que, a su juicio, supone una involución, puesto que implica un mayor consumo de combustible y empeora la calidad de vida del marinero: «A xente habitouse a esta fórmula de traballo e a estar ás dúas comendo na casa».

La tesis de los buenenses es que no tiene sentido discriminar a una zona concreta imponiéndole normas diferentes. Máxime cuando esa distinción se deriva del resultado de una votación en la que tuvieron el mismo peso cofradías como la de Bueu, con 93 pérmex para pulpo, y la de Pontevedra, que tiene 7.

En una tensa reunión, en la que participaron las cofradías de Baiona y Aldán, así como marineros de otros pósitos, acordaron pedir a Mar la suspensión del plan y reclamar «que se nos trate como ao resto dos galegos».