Los portugueses ahorran en Galicia

alejandro martínez TUI / LA VOZ

ECONOMÍA

El reciente incremento del IVA en Portugal beneficia al comercio fronterizo gallego, ya que los consumidores lusos cruzan en masa el Miño a por artículos de primera necesidad

07 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ceu Nascimento acude todas las semanas a la gasolinera de Tui para llenar de combustible su coche. Como ella, centenares de portugueses cruzan a diario la frontera para ahorrarse unos buenos euros en sus compras. «En España la cosa está muy mal, pero en Portugal, peor» afirma esta vecina de Valença do Minho.

Las medidas de ahorro impuestas por el Gobierno de José Sócrates ahogan el bolsillo de los consumidores lusos. La subida aplicada este año al IVA de un 21 al 23% ha encarecido el precio de los productos de la compra en un país en el que el sueldo medio roza los 1.000 euros.

Quienes viven cerca de la frontera, escapan a España para comprar más barato. En Galicia, Tui es una de las localidades que más se benefician de lo cara que está la vida en Portugal. Unida al país vecino por dos puentes internacionales y con una extensa área comercial nada más cruzar la frontera, los portugueses ya han adoptado la costumbre de cambiar de país con la lista de la compra. Tras las medidas de austeridad aplicadas por el Gobierno luso desde enero pasado, el número de portugueses que compran en España artículos de primera necesidad ha aumentado.

La situación está tan generalizada, que muchos comercios del concello tudense dependen casi exclusivamente de los clientes del otro lado del Miño. El 50% de los clientes de la gasolinera de Tui son del otro lado de la frontera. Mientras tanto, la estación de servicio ubicada en Valença apenas registra clientes. La diferencia de precios es bastante significativa. Las colas en la gasolinera tudense son especialmente llamativas durante los fines de semana, mientras que la de Portugal permanece desierta.

Cuestión de precios

El litro de gasolina súper 95 estuvo la semana pasada en la estación lusa a 1,56 euros el litro, mientras que en Tui se pagaba a 1,34. El gasoil costaba 1,40 euros el litro en Valença y 1,31 en Portugal. Los portugueses pueden ahorrarse más de diez euros en llenar el depósito de combustible si lo hacen en España, razón suficiente para desplazarse unos pocos kilómetros y, de paso, continuar las compras en los supermercados del polígono industrial de Areas y seguir ahorrando. José Cuíña se lleva cajas de aceite de oliva todas las semanas de una superficie comercial gallega. «Me ahorro un euro por cada botella que compro en España», afirma. Pero también se lleva lácteos, latas de conserva y productos frescos. «Comprando en España ahorro más de cien euros al mes», afirma. «Yo no solo ahorro, así puedo llegar a final de mes», afirma José Sousa, obrero de la construcción que recibe un sueldo de 870 euros al mes y reconoce que «así no se puede vivir».

Llegan desde más lejos

Los portugueses ahorran en España y, al mismo tiempo, son una importante fuente de ingresos para los comerciantes gallegos. En el centro comercial Outlet Tui, la mayoría de los clientes son portugueses. Lo corroboran Estrella Sousa y Eloísa Campo, dependientas de la tienda de moda Spazio. «El 90% de nuestros clientes son de Portugal», afirman.

«Son muy fieles, cada vez llegan de más lejos, incluso de Oporto, buscando las primeras marcas que ofrecemos en nuestro negocio y a unos precios que ellos jamás podrían encontrar en su país porque tributan más el IVA», dicen.

El resto de las tiendas también se mantienen gracias a los clientes foráneos, aprovechando la estratégica posición del complejo comercial frente al nuevo puente internacional.

Las medidas aplicadas por el primer ministro José Sócrates son una bendición para los comerciantes gallegos del otro lado de la frontera que pueden compensar la bajada generalizada del consumo con la llegada de clientes ahorradores de Portugal.

La diferencia salarial y el desfase en el IVA obliga a nuestros vecinos de la raia a estirar los sueldos a base de kilómetros. En un solo viaje de seis kilómetros ida y vuelta, los valencianos pueden hacer la compra semanal y llenar un depósito ahorrándose una media de 40 euros, dependiendo del lado de la frontera en la que se adquieran los productos básicos. Lo mismo ocurre en las otras localidades transfronterizas unidas físicamente por pasos internacionales sobre el Miño, como Monção y Salvaterra o Tomiño y Vila Nova de Cerveira.

La permeabilidad en la frontera más antigua de Europa es clave en la actualidad para las poblaciones de las dos ribereñas que beben del Miño. Los gallegos también se benefician de muchos servicios que ofrece el país luso.

la crisis al otro lado de la «raia»